Fotos, selfies y reels en tu Instagram que resumen perfectamente lo bien que te lo has pasado estas vacaciones. Has disfrutado del verano, te has tirado de bomba en varias piscinas y has sonreído sin parar. Vamos, que te duele la cara de tantas sonrisas. El buen tiempo nos llena de energía, nos pone felices, nos ayuda a descansar. Parece un break ideal para llenarse de ganas para los días oscuros que están ya llegando. Pero no, no es posible. Por mucho buen tiempo que haya hecho, cuando llega la brisa fría, las hojas caen y el cielo se pone gris, algo en ti también se apaga. Sacas los abrigos con desgana y solo te encuentras triste y con la mirada perdida. La realidad es que tu estado de ánimo ha decaído con la llegada de estos días y aquí te damos algunas fórmulas para que se te haga más llevadero.
1. Detectar síntomas
A muchas personas les afecta el cambio de clima. Esto es una realidad, lo que pasa es que es necesario saber distinguir cuándo nos afecta el clima o cuándo estamos mal por otros motivos. Los síntomas relacionados con el clima, en primer lugar, no tienen un origen que puedas identificar e incluyen falta de energía, dificultad para la concentración o mal humor repentino. Además es necesario saber que estas emociones no se mantienen durante toda la época de frío, se sienten durante el periodo de transición. Por ello si estas sensaciones persisten en ti más de dos o tres semanas, lo ideal es que consultes con un profesional.
2. Vitamina D
Nuestro cuerpo crea vitamina D a partir de la luz del sol directa. En lugares especialmente oscuros puede ser complicado crearla y, sobre todo, en espacios cerrados como una oficina donde pasas gran parte del tiempo. En invierno, es normal entrar a trabajar de noche y salir cuando ya ha oscurecido. La baja concentración de vitamina D podría estar asociada a la depresión, así que tomar vitamina D de forma natural puede ser una opción a tener en cuenta.
3. Ejercicio
Puede ser normal que cuando llega la época de viento y lluvia no te apetezca hacer deporte. El clima no debe hacerte renunciar a una rutina de ejercicios al aire libre pero, sobre todo, debes tener en cuenta que es posible hacer ejercicio en espacios cerrados. Si te dejas vencer por la desgana, el malestar se te quedará en el cuerpo. En cambio cuando vences ese mood de bajona y haces ejercicio te encontrarás con energía y te darás cuenta que valió la pena salir del sofá a mover ese cuerpo. Si creas esta rutina de deporte, será más fácil estar de mejor ánimo.
4. Verte con amigxs
El mal tiempo puede llenarte de ganas de quedarte en casa y no quedar con nadie pero si haces esta especie de ghosting social de forma permanente puede afectar a tu salud mental. Intenta hacer planes para ver a otras personas y mantener el contacto, aunque al principio te de pereza, cuando llegues a casa después de estar con amigxs te sentirás mejor. Además, el frío es guay para tomar un té o algo calentito en una cafetería cuqui.
5. Oportunidades
Cuando llegan las estaciones de frío parece que se acaba el mundo o que no hay ningún plan para hacer. Lo cual es falso. Las agendas de planes se llenan de actividades y estas estaciones son realmente una oportunidad para hacer algo diferente, por ejemplo, esquiar o conocer zonas de la naturaleza donde el frío sea el protagonista. Esto te hará conocer rincones distintos que antes no sabías ni que existían.
6. Nadar
Dentro de toda la variedad de ejercicios que puedes hacer, nadar es uno de los mejores. También se recomienda hacer deportes de agua, aunque haga mal tiempo puedes aprovechar el movimiento del mar para hacer surf, solo te hará falta un buen neopreno, además la fauna marina cambia con el paso de las estaciones.
7. Aprovecha el sol
Que sea época de frío no quiere decir que no haya sol. No hay nada mejor que disfrutar de una terraza con un buen abrigo bajo los rayos del sol, ya sea por la mañana o por la tarde. Si ves que el cielo se despeja, sal a dar un paseo y exprime esos rayos de sol que van apareciendo de vez en cuando.