Las 6 claves de Harvard para alcanzar la felicidad

No son hipótesis. Son las características que muestran las personas más satisfechas

Encontrar la fórmula de la felicidad desde cero resulta complicado. Puedes meditar cuanto quieras acerca de ello y montarte las teorías filosóficas más variadas, pero no dejan de ser eso: simples teorías hipotéticas. De ahí que el doctor en filosofía Tal Ben-Shahar, de la Universidad de Harvard, y director de la Happiness Studies Academy, intente resolver el problema utilizando el método contrario: en lugar de inventar claves que luego deben ser probadas, observa qué características muestran las personas felices. Es así como ha determinado seis ingredientes fundamentales en la vida de estas personas tan dichosas.

1. Empieza por cambiar el chip

El primero de ellos es el optimismo. Como humanx que eres, tu cerebro ha evolucionado de manera natural para recordar más intensamente los eventos negativos que los positivos y, si no mantienes una actitud consciente acerca de esto, lo más habitual es que tiendas a tener una visión pesimista de las cosas, especialmente cuando hay en juego recompensas importantes para ti. Pero “aceptar la vida como viene y afrontar las dificultades con ánimo y entusiasmo”, como dicen desde ”El Confidencial” basándose en las enseñanzas de Ben-Shahar, resulta determinante. Los acontecimientos importan. Tu talante aún más.

2. La resiliencia

El segundo ingrediente es la resiliencia. Según cuentan desde este mismo medio, se trata de "una cualidad que permite a las personas adaptarse a las adversidades y convertirlas en una oportunidad para crecer a nivel personal". Está claro que una ruptura sentimental, un suspenso en el trabajo fin de grado o la cancelación de un plan que llevabas esperando siete meses es una putada. Y no tienes que dar saltos de alegría. Ni siquiera fingir indiferencia. Pero disponer de herramientas que te permitan reponerte rápido, modificar tus expectativas e incluso sacarle partido a estas situaciones te traerá mucha más alegría.

3. Elimina la pereza

Como también lo hará no procrastinar. En sus investigaciones sobre las personas felices, Ben-Shahar descubrió que estas tienden a no aplazar sus responsabilidades, lo que les permite organizar sus vidas correctamente y librarse de un montón de “estrés, angustia, tensión y agobios que no vienen a cuento”. Además, estas personas muestran muchísimo más agradecimiento. Es un mantra mil veces repetidos por los meditadores y los amantes de las corrientes New Age, pero también una realidad psicológica: “hace que te sientas mejor y mejora las relaciones interpersonales”. Conviértelo en una rutina diaria.

4. Deporte y amistades

Los últimos dos ingredientes son la socialización y el ejercicio físico. ¿Nunca te has preguntado por qué sientes tan aliviados los síntomas del estrés o de la ansiedad cuando pasas tiempo con tus amigxs o cuando te machacas en el gimnasio? Ambas actividades liberan hormonas y neurotransmisores contrarios a los que producen el estrés y la ansiedad. Además, “mantener una buena relación emocional con nuestros seres queridos mejora la autoestima” y te ayuda a crecer como ser humano. Eso sí, sé paciente. Implementar estos ingredientes en tu vida debe ser paulatino y sólido. De lo contrario serán solo palabras en el aire.

5. ¿Celebrar los fracasos? Sí

Somos humanos y, por lo tanto, somos débiles. Entonces, ¿por qué a veces no nos permitimos fallar, o nos sentimos tan desdichados si lo hacemos? Hay que convivir con las experiencias negativas, aprender de ellas y no cortarnos una oreja a lo Van Gogh si metemos la pata. Y la realidad es que la vida, por muy perra que sea, no te debe nada. Todo lo positivo con lo que cuentas es un regalo y, como tal, tienes que celebrarlo.

6. No te compliques la vida

Porque si queremos estar en todo, si queremos ser perfectos, si queremos contentar a todo el mundo… mal. Disfrutar de las pequeñas cosas, no agobiarse por hacer el viaje perfecto, el informe perfecto o por tener la conversación perfecta nos descargará de mucha tensión y nos ayudará a disfrutar más con todo lo que hagamos.