5 formas de acabar una conversación cuando no sabes qué hacer

En algunas ocasiones se utilizan estas fórmulas para culpar a lxs demás porque los argumentos, las interrupciones y el propio aburrimiento pueden ser puntos y finales para los diálogos que no apetecen

Te ha pasado alguna vez: estás hablando con alguien y no es realmente una conversación. Es más bien un monólogo en el que tú eres todo oídos y nada más. Vamos, que podrías estar tú u otra persona cualquiera. Tú no quieres formar parte de eso, te has cansado de que te usen como pared en la que sueltan las palabras sin más. No es muy sano utilizar los mismos métodos para que el resto de personas comprendan cómo te sientes. Hay otras fórmulas que sirven para “asesinar” conversaciones y que se acaben. Eso sí, no lo olvides, aunque no es sencillo, a veces lo ideal es poder decirlo abiertamente.

Cueva de eco

La situación que estaba sucediendo antes es un buen ejemplo. Es para esas personas que solo quieren hablar de ellas y contar su vida y nada más. Para acabar con este tipo de ‘conversaciones’ debes hacer un silencio, digamos, eterno. Cero expresiones, nada. Incluso cuando acaben de hablar. Es complicado, sí, pero de esta manera puede que pillen que una conversación es cosa de dos o más personas.

Aburrimiento

Este comportamiento puede ser más abierto. No es cuestión de que sueltes, de repente, que la conversación te parece aburrida. Lo ideal si quieres dejar de hablar es, en cuanto encuentres un hueco, proponer otro plan. Sea el que sea. Mostrarás que te aburres pero no solo eso sino que, además, hay solución para ello.

Competencia de gritos

No es la más recomendable pero se trata de convertir cualquier conversación en una discusión. No lo hagas por llevar la contraria, hazlo si de verdad no estás de acuerdo. Será una especie de batalla de contradicciones e interrupciones. Hay algunas personas que generan discusiones con la esperanza de prolongar los diálogos porque les incomodan los silencios.

Misma canción

¿Sabes esas personas que sacan una y otra vez el mismo tema sin parar? Esto a veces puede resultar pesado, se trata de personas que no pueden pasar página porque o bien les gusta avivar el fuego o bien, realmente, no saben cómo acaba la historia y necesitan una explicación concreta. La mejor manera de acabar con esto es explicarles qué ocurre directamente, en plan PAM, directo. Si no sabes de qué se trata puedes soltar la clásica frase de: “¿otra vez con eso?”.

Negatividad

Esos momentos alegres en los que comentabas algo que te generaba felicidad han sido muchas veces cortados por la persona negativa de turno. La mejor opción para este tipo de frases que te llegan sin pedirlas es alejarte de ese contexto. Pero bueno, también puedes ir directamente al grano siendo cortante y diciendo: “nadie ha pedido tu opinión”. Si no quieres ir de mal rollo, puedes tirar por: “no me cortes la ilusión, porfa”. A partir de aquí te llevas un aprendizaje: ya sabes con quién no debes compartir alegrías.