5 claves para dejar de sentirte atacadx en una conversación

Es bastante posible que quien está hablando no se esté refiriendo a ti y no esté pensando de qué manera puede afectarte lo que opina

En alguna ocasión habrás tenido una conversación tranquila con alguien. Quizás estabais intercambiando opiniones, pensamientos o emociones. De repente, algo de lo que dice la otra persona te ofende. No hay ofensa por su parte pero algo nace desde dentro de ti que te pones a la defensiva, desde luego te lo has tomado a lo personal. Y, en lugar de dejar pasar esa sensación y seguir tranquilamente con tu vida y con la conversación, estás enfadadx. Cuando nos encontramos con emociones y comportamientos que creemos que no tienen sentido o que no entendemos es porque no tenemos toda la información. La falta de información te lleva a algo que puede ser equivocado: siempre te imaginas lo peor. En este caso te tomas una frase como algo personal. Es necesario aprender de esto para que no vuelva a ocurrirte.

“La generosidad emocional es la capacidad de ver comportamientos pasados que no comprendemos y buscar de manera proactiva formas compasivas de explicarlos. Es fácil hacer esto cuando eres más joven pero cuando eres más adulto y ves un comportamiento que no entiendes difícilmente sacas conclusiones correctas”, así lo explican desde Medium. La idea es que podamos hacer interpretaciones mejores para llegar a conclusiones más sanas y, seguramente, más acertadas. Aquí damos algunas claves para ello.

1. Te habla con exageración

Cuando alguien se refiere a algo que has hecho o que has dicho de manera que te parece exagerada no tienes que pensar que quiere hacerte daño. Pueden haberle ocurrido muchísimas cosas que le hacen estar de esa manera. Para poder llegar a un punto de comprensión y no reaccionar a la defensiva dile cómo te sientes, explícale que esa forma de hablar te incomoda y te hace pensar que te quiere ofender.

2. Lo negativo de lxs demás

Hablas con alguien y estás viendo cómo se desahoga a través de la ira mientras opina de otras personas. Tu mente piensa algo directamente: “si habla así de lxs demás, ¿cómo hablará de mí?” Nace el enfado. Debes saber que quien se comporta así podría tener la tendencia de pensar eso de sí mismx. Es la culpa lo que está hablando. Quizás una buena manera de llegar al entendimiento es contagiarle un poco de calma y explicarle que hablar así de otras personas que no están presentes no es muy positivo.

3. Manejar tu ansiedad

Quizás estés en mitad de esa conversación y empieces a sentir nervios o malestar. Debes prestar atención al momento previo al enfado porque puede manifestarse de esta manera. Esto puede ocurrir porque no estás teniendo toda la información y tu mente rellena esos huecos con pensamientos negativos. Reaccionamos así a modo de supervivencia, es natural. Por ello debes detectarlo y concentrarte en encontrar la calma. A partir de esa calma podrás hacer las preguntas necesarias para rellenar esos espacios vacíos y no dar cosas por sentadas.

4. Consejos no solicitados

Hay que saber que muchas personas tienen la tendencia de venir a decirnos cómo debemos actuar o qué debemos hacer aunque no hayamos pedido consejo. A veces puedes tomarlo con los brazos abiertos y decidir si lo tomas o lo ignoras. Quien viene a hablarte de esa manera puede ser una persona que busque tener el control o que quiera echar leña al fuego. Tu objetivo no es cambiar a lxs demás, simplemente saber cuándo debes alejarte de ciertos comentarios, así evitarás tomarte cosas a lo personal.

5. Expulsar lo negativo

Cuando te tomas las cosas a nivel personal, como si el resto de personas buscaran atacarte estás mostrando algo que quizás no sepas: la gran mayoría de las emociones negativas que sentimos son el resultado de una necesidad insatisfecha. Muy pocas personas saben cómo expresar esa necesidad con palabras e incluso otras tantas personas ni siquiera saben que reaccionan así por ello. Ahora que eres consciente intenta encontrar cuál es el origen antes de envenenarte y ponerte a la defensiva.