Las 20 señales de que deberías ir de una vez a terapia

Ir a terapia es algo cada vez más común y aceptado, pero vamos a ver qué señales te da la vida de que es necesario que des el paso 

Todo el mundo tiene sus bajones y más desde que irrumpió en nuestras vidas la dichosa pandemia de coronavirus. ¿Quién no ha estado unas semanas rayado porque le ha dejado la pareja o le han echado en el curro? ¿Quién no ha encadenado algunos días de desmotivación en los que uno va en plan autómata por la vida, como alma en pena, sin ilusión por ir a trabajar o quedar con lxs colegas? Raro será si no te ha pasado algo así, pero vamos a ver si es suficiente como para ir a terapia. 

En general, es recomendable ir a terapia para enfrentarse a los traumitas y cosas a mejorar de cada unx. Un psicólogo o psicóloga te puede ayudar no solo a superar una ruptura o a mejorar un poco tu ánimo, sinó también a conseguir objetivos como ser más extrovertido o más ordenado. Pero es posible que lleves un tiempo en que tus amigos te lo recomienden más de la cuenta o que tú lo hayas pensado varias veces esta semana. Estos son dos signos de que deberías ir yendo a terapia, pero Alice Boyes ha identificado hasta 20 en total en un artículo reciente de Psychology Today:

1.- Has pensado en ir a terapia varias veces: Bueno, por algo será, y si vas por lo menos te quitas la duda. 

2.- Tus tareas básicas se complican día a día: Si ducharse, levantarte de la cama, enviar cuatro correos o ir a comprar el pan te cuesta demasiado, podría ser un síntoma de depresión o de agotamiento. 

3.- Tienes un objetivo vital que nunca abordas. Típico de cuando tienes ansiedad o eres demasiado perfeccionista y un terapeuta te puede ayudar en ambos casos. 

4.- Te sientes solo: Cuando empiezas a percibir que no tienes apoyos disponibles puede ser que te aisles más y que entonces se acabe cumpliendo esa percepción. Mejor ve a terapia. 

5.- La procrastinación te está devorando: Hasta las tareas más simples, las acabas dejando para mañana. Hace semanas que le dijiste a tu madre que le ayudarías a pintar el piso y ni te has presentado. Investiga con un terapeuta por qué procrastinas tanto. 

6.- Te cuesta mantener amigos. Es posible que no tengas las habilidades sociales para mantener amistades y eso puede ser síntoma de que tengas que trabajar algunas ‘issues’ en terapia.

7.- Tu pareja insiste en que vayáis a terapia: Hace tiempo que ha detectado tus problemas pero quiere trabajarlos contigo. Si tu pareja lleva tiempo diciéndote que deberías o deberíais ir a terapia, seguramente tenga razones para ello. 

8.- Tienes un problema físico que no estás manejando bien. Te han dicho que tienes el colesterol alto pero no has conseguido cambiar la alimentación o tienes una enfermedad que te obsesiona y te ha afectado demasiado en lo emocional. Un terapeuta te ayudará. 

9.- El estrés te impide dormir bien: Tanto pensamiento obsesivo o tus preocupaciones no te dejan dormir bien. Es un buen motivo para ir a terapia. 

10.- No estás seguro de una gran decisión. Irte al extranjero, dejar a tu pareja…A veces hay grandes decisiones de tu vida que no estás segurx de tomar. Un terapeuta no solo te ayuda con problemas de salud mental, también te puede orientar ante grandes disyuntivas. 

11.- No eres de fiar. Si no estás cumpliendo plazos de entrega, das calabazas a tus amigxs, te olvidas de todos los compromisos importantes…podría estar relacionado con algun problema de salud mental. Un poco de ayuda te podría ayudar a encontrar respuesta y solución. 

12.- Te preguntas si lo que te pasa es normal o un problema. Tus excesos con la comida o las drogas, tus enfados frecuentes, tus días tiradx en la cama…Hacen que te preguntes si son conductas normales o van un poco más allá. Una terapia te puede ayudar a resolver la duda. 

13.- Gastas mucho tiempo y energía pensando demasiado. Hasta el punto que no eres capaz de salir de los pensamientos en bucle. Seguramente estás rumiando y eso tiene cura, pero puede que necesites terapia. 

14.- No consigues poner en práctica los consejos de aquel libro de autoayuda que leíste. 

15.- No disfrutas de ser padre o madre. Aunque es normal que ser padre o madre te desgaste, cuando llegas al extremo de no disfrutar en absoluto de tus hijxs, es posible que tengas un problema que tengas que tratar o bien en solitario o bien con tu familia.  

16.- Eres infeliz en el trabajo. Si no quieres salir de casa, odias a tu jefe y estás atrapadx en una inercia de aburrimiento o desmotivación, también es posible que necesites terapia. 

17.- El estado del mundo te deprime. A veces la infelicidad proviene de la situación del planeta, que te hace tener poca fe en el futuro de la humanidad. Aunque estas ideas puedan tener razón de ser, como sucede con la ecoansiedad, si te llevan al desánimo absoluto es mejor que pidas ayuda. 

18.- No te gusta tu personalidad. Cuando llegas a un punto que no te soportas, y va más allá de los defectos que todo el mundo tiene, es posible que tengas que hacer las paces con tu personalidad en terapia. 

19.- Quieres apoyo ante un momento estresante de tu vida. Si estás pasando por un duelo complicado por la muerte de un ser querido, tienes un padre con problemas mentales o no estás teniendo éxito en tu intento por tener hijxs, es normal que sientas estrés, tristeza o angustia. Pero el hecho de que sea normal no implica que la terapia no te pueda ayudar. 

20.- Tienes curiosidad: A veces, aunque no necesites ir a terapia, simplemente quieres saber cómo es y tienes curiosidad por cómo podría ayudarte en tus problemas o defectos. Mal seguro que no te hará.