Para lxs científicxs no existen dudas al respecto: la vista es el sentido más importante en los seres humanos con independencia de la cultura. Es una cuestión biológica. Dependes de manera crucial de la información que entra por tus ojos. De ahí que cuando piensas en viajar, en ir a la montaña más alta de los Alpes o disfrutar de las cataratas Victoria, pienses principalmente en términos gráficos. No obstante, los rincones del mundo son algo más que espectaculares fotogramas. Son también sonido. Sonidos únicos que hacen de cada lugar un entorno aún más especial. Ahora, el periodista musical Víctor Terrazas ha recabado los más peculiares en su ensayo Atlas de sonidos remotos.
”Dos mujeres se sujetan por los hombros, frente a frente, y empiezan a entonar lo que parece ser una canción tradicional. En realidad, son meros gorgoritos más parecidos al ruido de ciertos pájaros que a una melodía formal. En la fría tundra ártica, al sur de la isla Victoria de Canadá, hay una región llamada Nunavut en la que desde tiempos inmemoriales los innuit practican este canto llamado katajjaq”, explican en El Confidencial en base a uno de los relatos incluidos en el nuevo trabajo de Terrazas. No, no todo es silencio y el sonido del viento en estas regiones tan extremas. También hay voces humanas. También hay dulzura. Un descubrimiento que obliga a reimaginar el lugar.
¿A qué suena Burgos?
Y no solo ocurre con Nunavut. El periodista también pone el foco en un pueblo de la provincia de Burgos llamado Quintanilla del Coco, donde la Maravillosa Orquesta del Alcohol organiza conciertos destinados a revitalizar esta zona deprimida de la España vaciada. Tú imaginas este rincón del mundo como uno casi mudo, sin apenas habitantes, sin apenas ruido. Pero hay guitarras, acordeones, baterías, saxofones, banjos y muchos otros sonidos inesperados. No es necesario que te vayas a la otra punta del mundo para redescubrir espacios a través de tus oídos. Es algo que puedes hacer con unas horas de coche. En ellos las fotos resultarán insuficientes. No captan los ritmos y las melodías.
La historia del festival de Coachella en un punto tan distante como el desierto de Mojave en los Estados Unidos. El análisis de la influencia de la música tradicional champeta, originaria de las islas de Santo Tomé y Príncipe, en artistas como Shakira o Jennifer López. Y muchos otros encuentros más con los sonidos del planeta. Es lo que hallarás en este libro. Uno que quizás cambie tu manera de acercarte al turismo. Es probable que la próxima vez que fantasees con viajar no escojas los destinos pensando únicamente en cómo lucen en una publicación para tu Instagram, sino también en su sonoridad oculta. Habrás desbloqueado una nueva manera de viajar. Y eso siempre merece la pena.