Painmoon, la nueva tendencia de viaje para superar rupturas

Puedes irte a Vietnam, a Gijón o al pueblo más bonito de tu provincia. Lo importante es que te aporte lo que necesitas en un momento tan duro

En las rupturas necesitas estar muy bien rodeaditx. Sobre todo si son de esas que duelen como una puñalada en el corazón. Al fin y al cabo, tu gente te escuchará, te cuidará y te ayudará a superar todas las idas y venidas anímicas que vivirás durante las próximas semanas. No cometas el clásico error de pasarte una temporada aisladx muriéndote de asco. Dicho esto, y según la nueva tendencia painmoon, sí que podría venirte bien pasar al menos unos días de desconexión y soledad deseada en algún nuevo rincón del mundo que no conozcas. Luego ya tendrás tiempo de volver y recuperarte bajo el abrigo de tu familia y de tus colegas. Primero un paréntesis en forma de aventura.

En concreto, explican desde Trendencias, “la painmoon es un viaje que se hace después de una ruptura de pareja o de cualquier otro evento doloroso de nuestra vida, pensado para la reconexión y enfocado al autocuidado”. Como esa gente de Instagram que aparece en una playa de México poco después de haberlo dejado con su pareja. ¿Ya está? ¿Tanto supuesto dolor y ya andan de fiesta en la otra punta del planeta? Pues sí. Solo que no han superado su sufrimiento ni pretenden hacerlo con ese viaje. La idea no es esa. La idea es descansar el cuerpo, el alma y la mente para predisponerla hacia la sanación, la cual comenzará una vez regresen a su vida cotidiana.

Pero cuidado: no necesitas tener mucha pasta para poner en práctica la painmoon. Hay quien tiene esta luna de dolor en el Caribe, quien opta por llevarla a cabo en una lindísima ciudad española que nunca ha pisado y quien escoge un pequeño pueblo en la montaña. Hay quien desea llenarla de desenfreno, quien busca una conexión con la historia y quien tan solo quiere despertarse con el silencio de la naturaleza. Y todo es válido. Al final, y como escriben desde dicho medio, vale “lo que quieras y donde quieras siempre que te ayude a pasar el dolor que supone una ruptura”, siempre que sepas que contribuirá a calmar tu ánimo y a fortalecerte de cara al desafío que viene.

También es una forma de marcar el final de una época. De guardar en tu memoria esa pequeña escapada en solitario como un acontecimiento de empoderamiento y de inicio de muchas otras cosas que están por venir. Porque la vida no se acaba. Da igual cuánto duela o que parezca que el destrozo emocional que llevas encima durará para siempre: terminará. Y recordarás vuestro final como algo un poco más agradable y feliz gracias a ese bonito y espontáneo viaje. A fin de cuentas, viajar no es viajar de verdad si no se viaja al fondo de unx mismo en el proceso, y en pocos viajes de tu vida estarás tan dispuesta a ello como en este. ¿Qué? ¿Vas haciendo la maleta?