La evolución ha ido dotando a las diferentes criaturas de este mundo de un variado arsenal de mecanismos de supervivencia, expansión y reproducción. Uno bastante curioso, común a varios tipos de arañas, es el conocido por lxs especialistas como vuelo en globo: “usan sus telas para viajar con el viento a kilómetros de distancia de su ubicación original, generalmente poco después de nacer”, explica la periodista científica Ed Cara. Eso significa que en muchos momentos, sobre tu cabeza, pueden ir volando cientos de seres espeluznantes de ocho patas, y que pueden terminar asentándose en ciudades inicialmente ajenas. Es lo que va a ocurrir con las arañas Joro y Nueva York.
”La araña Joro es común en varias partes de Asia. Las hembras son más grandes que los machos: poseen una longitud corporal de dos centímetros y medio y patas de más de diez centímetros, con una extensión potencial de estas de hasta veinte centímetros”, agrega Cara. Imagínatelas. Pilla un metro que tengas por la casa y descubre con terror lo enorme que son en realidad. Ahora cierra los ojos, piensa que vas por la Gran Manzana y que te las encuentras aquí y allá con sus patrones amarillo, negro y rojo en el abdomen. Y ojo: son inofensivas. No te picarían. No te morderían. No te mandarían al hospital. Pero aun así siguen causando pavor. Sobre todo si sufres aracnofobia.
Son una especie invasora
Y muchxs estadounidensxs lo saben bien ya. Según esta periodista, “las arañas Joro llegaron al estado de Georgia en 2013 y, desde entonces, se las ha visto en Alabama, Tennessee, Carolina del Norte y del Sur y Maryland”. Ahora preparan su conquista de la costa oriental. Pronto, en un futuro no muy lejano, serán unas asiduas de la ciudad que nunca duerme. Quizá te las encuentres en Broadway durante unas vacaciones invernales. O yendo con toda la ilusión del mundo por Central Park. O la tarde que decidas escaparte a las cataratas del Niágara. Una vez estén en la región comenzarán a formar parte de la estampa habitual de la ciudad. Son una especie invasora difícil de expulsar.
Tampoco está claro que sea necesario hacerlo. Después de todo, “hasta el momento no hay evidencia clara de que las arañas Joro estén causando muchos problemas en Estados Unidos e incluso se las ha observado comiendo otras plagas problemáticas como la mosca linterna manchada, otra especie invasora reciente” procedente de China y del sudeste asiático. Para Cara y otrxs especialistas, deberían ser percibidas como una nueva atracción de la zona. No obstante, y por muy tímidas y beneficiosas que sean, no dejan de ser arañas enormes que pueden generar escalofríos a la mayoría de gente. Si tienes pensado viajar allí pronto mentalízate. Estarás en su nuevo hogar.