Italia es uno de los países que más turistas reciben cada año. Apenas le suelen superar Francia, España y Estados Unidos. Y es normal: tiene parajes naturales espectaculares, una idiosincrasia encantadora, una gastronomía de locos y algunas de las ciudades más bonitas de todo el mundo. Florencia es una de ellas. Pero el turismo tan descomunal que recibe está perturbando seriamente la vida de sus habitantes. Tanto que el gobierno local se ha visto obligado a poner en marcha una serie de medidas de protección. Entre las más importantes, la prohibición de colocar cajas metálicas de llaves de auto check-in. Es tan buena idea que el gobierno del país ha decidido copiarla.
Lo de lxs caserxs de pisos turísticos que se cargan la ciudad promoviendo el turismo masivo y agravando el problema de la vivienda mientras disfrutan de la tranquilidad en otro punto del país o incluso del planeta se terminó. Al menos en Italia, la próxima vez que alquiles una casa o un piso para quedarte unos días no encontrarás la llave pegada en la puerta, en el portal o en cualquier otra esquina. Será un ser humano con rostro el que tenga que ir a tu encuentro para dártela. Algo que, además de dificultar un poquito el alquiler vacacional, y aliviar la presión en sus ciudades, protege la estética de los lugares de esas cajas tan feas que te hacen sentir dentro de un inmenso hotel.
Una medida estética y de seguridad
Por supuesto, a Airbnb, la gran representante del alquiler vacacional en el mundo, le parece que las cajas de auto check-in son muy prácticas y maravillosas. Son conscientes de que su presencia en las ciudades incentiva el modelo de turismo que necesitan para ingresar dinero. Si lxs lugareñxs sufren más o menos por la asfixiante oleada de turistas no les preocupa tanto. Pero vamos, que lxs gobernantes locales de Italia se han mostrado muy a favor de la prohibición. Como apuntan desde Xataka, “el alcalde de Roma, Roberto Gualtieri, destacó que la eliminación de cajas de llaves no solo mejora la seguridad sino también la estética urbana”. Sus comunidades locales lo agradecerán.
Además de esta medida, el plan de choque contra el turismo descontrolado de la alcaldesa de Florencia, Sara Furano, incluye la prohibición de que los guías turísticos utilicen altavoces para explicarle las cosas a sus clientes. Si quieren ofrecer un buen servicio que inviertan en auriculares. Los barrios no son escenarios. Son el hogar de la gente. De quienes viven ahí todo el año. De quienes trabajan ahí todo el año. De quienes lo construyen día a día. Bien por las autoridades italianas por defenderlos. En España, donde la afluencia turística es todavía mayor, también necesitamos acciones valientes que equilibren la balanza. Turismo, sí, pero con moderación y respeto.