A una hora y media en coche desde Cuzco, en el Valle Sagrado de Perú, aparecen unos nidos transparentes a diferentes alturas donde no duermen los cóndores, sino los humanos. Su nombre original es ‘The SkyLodge Adventure Suites’. Cada una de las tres exclusivas suites (con una capacidad máxima de 8 personas) cuenta con una cama de matrimonio, dos individuales, un baño privado y un salón, desde donde se puede disfrutar de una noche contemplando el precioso paisaje y las estrellas de un cielo libre de contaminación.
Para acceder a ellos hay que escalar vía ferrata o recorrer un sendero mediante tirolinas, cualquiera de las opciones con ayuda de profesionales. El trayecto es sencillo, pues la empresa asegura que no es necesario tener experiencia previa en actividades similares. Al reservar una de las habitaciones se incluye también desayuno, cena gourmet con vino, transporte desde Cuzco y guías profesionales bilingües. Desde Natura Vive recuerdan que se debe vestir ropa cómoda y térmica -teniendo en cuenta que los meses más fríos son de junio a agosto- y que hay que reservar hasta con dos meses de antelación en temporada alta
Mucho más que pasar una noche
Si encuentras demasiado intrépido pasar una noche en una de las cápsulas, también se puede reservar el pack de aventura, con el que se puede disfrutar de un almuerzo de cuatro platos sobre el valle y escalar vía ferrata y descender en tirolina o rapel. Aunque si se prefiere, se puede prescindir del almuerzo y solo subir y bajar la montaña mientras se disfruta de las maravillas del antiguo valle de los incas.
Si todavía te parece poco, se puede completar la estancia con una experiencia en “bañeras altas”. Así, los viajeros podrán bañarse en una tina de madera con agua caliente bajo la única luz de las estrellas. Cuentan con diferentes módulos a distintas alturas (sobre el nivel del mar): Cruz del Sur (2.900 metros), Baby Llama (2.920 metros), The Shepherd (2.930 metros), The Fox Pod (2.940 metros), El cóndor (2.952 metros) y Orion (2.962 metros).
El Imperio Inca se llegó a extender desde la actual Colombia hasta el centro de Chile, aunque la capital era Cuzco, a más de 3.000 metros de altitud. En mitad de ella, el Valle Sagrado, atravesado por el río Vilcanota-Urubamba, también sagrado para los incas y donde veían la Vía Láctea en la Tierra. La denominación, sin embargo no es para toda la zona, sino para los poblados de Pisac, Calca, Yucay, Urubamba y Ollantaytambo que se forman alrededor del cauce.