Destinos no masificados que no suelen salir en las guías turísticas

Aviso: no tienen absolutamente nada que ver. Y eso es lo bueno

¿Otra vez a Londres? ¿El típico viajecito a París? ¿Unos días en la híper turística Roma? Hay vida más allá de las grandes capitales europeas y de los destinos más masificados. Y sin tener que irte a la otra punta del planeta. Según el viajero español Marc, cuya cuenta oficial en TikTok es ruteando con marco, y según su propia experiencia, la primavera puede vivirse increíblemente bien en tres rincones que no suelen estar en ninguna lista de quieroiralgunavez ni en casi ningún artículo de recomendaciones de viaje. Spoiler: están relativamente cerca, son bastante económicos, son preciosos como ellos solos y no tendrás que pelearte con otros miles de turistas para sentarte a cenar en un restaurante.

El primero de ellos es Liubliana, la capital de Eslovenia, ese pequeño país europeo rodeado de Italia, Austria, Hungría y Croacia. En palabras de Marc, “su casco viejo lleno de calles empedradas y edificios medievales la hacen perfecta para caminar y explorar en primavera”. De hecho, te recomendamos buscarla en Google Imágenes ahora mismo para darte cuenta del tipo de belleza que tiene esta ciudad: es como estar en las entrañas de un cuento de los hermanos Grimm. Además, con un viajecito de dos horas desde allí te encajas en el lago Bohinj, “uno de los lagos naturales más bonitos de Europa”, dentro del Parque Nacional Triglav y rodeado de pequeñas aldeas muy encantadoras.

El segundo no tiene absolutamente nada que ver con el anterior: Rabat, la capital de Marruecos. “Con una Medina llena de vida, kasbahs con vistas impresionantes al mar y playas la hacen perfecta para una escapada de fin de semana en primavera”. Es más, tiene tantos kilómetros de costa que puedes visitar muchísimas playas diferentes dentro de ella y en sus alrededores. Y la temperatura en esta época del año suele ser muy buena. Si quieres cae bañito seguro. Ah, y como recuerda Marc, la conexión aérea entre España y Marruecos es muy buena, por lo que normalmente encuentras billetes de avión bastante baratos entre nuestro país y Rabat. Otro punto a favor de este destino.

Por último, y en otra vuelta de tuerca inesperada, Marc recomienda Himare. No es la capital de ningún país. No es una ciudad de castillos y de murallas medievales. No es ni siquiera una ciudad: es un pueblito de la costa albanesa del que este incansable viajero se ha enamorado. “Este pueblito de costa fue toda una sorpresa en mi viaje por la Riviera albanesa y es ideal para conocerlo en primavera si quieres disfrutar de playas para ti solo, ambiente local y buen clima”. Un poco como la Tarifa de Albania. Es un lugar en el que desconectarás de tu vida diaria de verdad sin sentirte necesariamente un turista más. Allí es fácil ser unx más. Integrarse. Fusionarse con lo que ofrece.