5 playas de Tarifa que los tarifeños no quieren que conozcas

Este pequeño paraíso gaditano esconde mucho más que beach clubs y playas petadas de surfistas

Bolonia, Valdevaqueros o las dunas de Punta Paloma. Son las grandes banderas del playeo tarifeño. Puedo asegurarte que si vienes aquí por primera vez y te dejas guiar por las típicas guías o los consejos de algún visitante ocasional, acabarás tostándote al sol en algunas de ellas. Y está bien eh, porque son todas verdaderamente preciosas. Un must see en toda regla. Pero si quieres descubrir playas más ocultas, pequeñas y solitarias, salir de la estampa clásica de Tarifa, presta atención a estas joyitas. Algún que otro tarifeño me matará por compartirlo, pero confío en que uses esta información con responsabilidad.

Playa de los Alemanes

Pasada la galardonada playa de Bolonia, y tras atravesar la urbanización de lujo de Atlanterra, topas con esta pequeña playa de kilómetro y medio: una media luna cerrada en sus dos extremos por los cabos de Plata y de Gracia. Su agua está particularmente fría y su arena es ligeramente más gruesa que la habitual arena tarifeña, dándole un plus especial. Además, y gracias a la cercanía de la Playa de Atlanterra, mucho más famosa, la Playa de los Alemanes queda libre de masificación. Apenas unas cuantas personas aquí y allá para perturbar una tarde de tranquilidad playera.

 

Os presento a uno de mis top 3 de sitios preferidos. #alemanesbeach #playadelosalemanes

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Playa del Cañuelo

Probablemente la playa más secreta de la costa tarifeña. Y por una razón: para pisar su arena blanca es necesario caminar alrededor de media hora desde el final de la playa de los Alemanes hasta allí. Un paseo natural que incluye pinos, vistas espectaculares y el faro de Punta Camarinal. Pero merece la pena. Porque allí, escondida entre los acantilados de Gracia y Punta Camarinal, sobrevive la playa del Cañuelo en toda su naturalidad. 800 metros de arena rodeados de verde y azul. No es un rincón al que ir en plan turisteo. Es un espacio natural que merece profundo respeto.

Calas de El Mirlo

Lo típico una vez tomado el desvío hacia Punta Paloma es quedar embelesado por las dunas que han ido creciendo años tras años hasta devorar la carretera. Pero si en lugar de tirarte duna abajo hasta el océano continúas conduciendo o caminando hacia adelante, podrás adentrarte en el sendero que lleva hasta el restaurante El Mirlo. Desde ahí, y en una caminata de unos 15 minutos, puedes alcanzar pequeñas calitas donde casi nunca hay nadie, salvo las vacas pastando tranquilamente. Suelen ser bastante pedregosas y están tan apartadas que el nudismo fluye con indiferencia.

 

🐙 🦀

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Playa de El Ombligo

Escondida a medio camino entre Los Lances, la enorme playa principal del pueblo, y la popular playa de Valdevaqueros, la de las cometas de los kitesurfistas en los días de viento, la Playa del Ombligo es uno de esos tesoros que nadie conoce. De hecho, apenas es posible encontrar información sobre ella en internet. Un pequeño refugio lleno de magia cuyo horizonte atlántico permite ver tanto la propia Tarifa como la costa de Marruecos en los días buenos. Olvídate de chiringuitos y mojitos. Aquí vienes a desconectar y de paso conectar con el entorno. Puede accederse desde el Camping Torre de la Peña.

 

El siempre relajante sonido del mar.

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Rincones del pueblo

Sí algo tiene Tarifa, además del caprichoso viento, son kilómetros de playa. Así que aunque vengas sin coche y te resulte muy difícil llegar hasta las playas anteriores, te aseguro que nunca llegarás a sentirte tan enlatado como quienes visitan la costa malagueña o levantina. No obstante, y además de Los Lances, tan gigantescos que siempre hallarás algún espacio diáfano, hay otros dos rincones dentro del pueblo que suelen estar bastante tranquilos: la playa de la Caleta, rocosa y literalmente cara a cara con África, y las pequeñas calitas a la falda de la Isla de las Palomas. Una mirada diferente para un lugar sin igual.