Las hay de silicona y las hay de fibras sintéticas. Las hay que llegan a a costar unos 5.000 euros y las hay algo más baratas. Las hay más preciosistas y las hay más deportivas. Las colas de sirena se han vuelto megapopulares en los últimos años a raíz, cuenta el periodista John Tones, del estreno de la serie de Netflix Sirenas. Ya sabes: la que muestra cómo eran las vidas de varias “sirenas” del Parque de Sirenas Weeki Wachee que realizaban actuaciones en acuarios y parques-zoo acuáticos. Sí, no es broma, la gente se está obsesionando por tener una cola de sirena con la que nadar a mucha más velocidad y realizar acrobacias nivel pro.
Su nombre oficial es mermaiding. Y hay varios niveles según lo muy en serio que te lo tomes. Por un lado, está el rollo amateur para gente que simplemente quiere probar la experiencia. No tienes que comprarte el equipo: hay bastantes academias ya en las que puedes contratar el servicio. Vas, te dan tu cola de sirena, te explican lo que tienes que saber y te permiten juguetear en el agua con supervisión. Habrá quien se sumerja en el mood, se sienta una verdadera sirena y se crea estar hablando con Sebastian el cangrejo bajo el agua. Y habrá quien no le de mucha bola al roleplay y solo esté ahí para pasarlo bien a nivel deportivo.
Esto nos lleva al otro tipo de mermaiding: el profesional. Porque, lo creas o no, se trata de un deporte ya oficial en sitios como China o Estados Unidos. En este último país hay una verdadera fiebre del sirenismo. En palabras del propio X, “el mundo sireno mueve ya 500 millones de dólares en Estados Unidos”. Se puede realizar en piscinas o en aguas abiertas e incluye algo de natación mejorada, de natación sincronizada y de apnea. Es tan profesional que incluso tienes que sacarte certificaciones como la SSI Mermaid o la PADI Mermaid para alcanzar cierto grado de habilidad mínimo. Nadie nace sabiendo hacer ondas sirenísticas.
Por un lado, y esto es probablemente lo que más visibilidad da al mermaiding, también está el sirenismo para shows. Y esto abarca muchas movidas. Por ejemplo, las actuaciones de skills. O los musicales bajo agua. O las interpretaciones artísticas con roleplay La Sirenita mood. Todo tipo de perfomances. ¿Es una moda pasajera o algo que viene para ser parte de la cultura pop durante décadas? Es pronto para saberlo. Lo que está claro es que está pegando muy fuerte y que responde a una fantasía muy habitual de la infancia: la de ser una criatura marina que fluye felizmente de un lado para otro. ¿Te llama o pasando full de todo esto?