La trampa en la que puedes caer si sigues los pasos de estos hackers “benéficos”

Entregar ropa a personas necesitadas, darles comida o pagarles una factura de hospital eran parte de los requisitos de liberación

Una mañana cualquiera del año. El cielo luce despejado, los pajaritos cantan y tú andas concentrado en unas tareas de la universidad o del curro. Estás en estado de flow. Bien metido en la vaina. Y, de repente, por la cara, tu ordenador se bloquea y aparece un mensaje en la pantalla: unos hackers lo han secuestrado y no piensan devolvértelo a menos que completes una serie de acciones. No, no son acciones destinadas a darles dinero o que se lucren de cualquier otra manera. Son acciones benéficas con las que se beneficiarán las personas que verdaderamente lo necesitan. ¿Un capítulo de Black Mirror? Para nada.

Chantaje camuflado

Es una nueva variedad de ransomware bautizada como “GoodWill” o “BuenaVoluntad”. Por definición, un ataque de ransomware es un ataque malvado puesto que secuestra los archivos de los ordenadores de los usuarios a cambio de un rescate económico. No hay nada salvable ahí. Por el contrario, y como apuntan desde el medio Gizmodo, “GoodWill es diferente: en lugar de pedir un rescate, el grupo del ataque de ransomware indica a sus víctimas que realicen tres buenas acciones, las graben y las publiquen en sus redes sociales para supuestamente animar a otras personas a hacer lo mismo”. Hasta entonces, todo queda congelado.

¿Pero qué tres buenas acciones? “Al parecer, la primera tarea que debían cumplir las víctimas era proporcionar ropa y mantas a personas necesitadas”, dicen desde este mismo medio. Una vez completada esta, tenían que dar alimento a cinco niños menores de 13 años en un Dominos, KFC o Pizza Hut y sacarse un selfie con ellos después de la comida. Algo probablemente bastante perturbador. ¿Cómo convencen las víctimas a un grupo de menores desconocidos de que confíen en ellos y les acompañen? Mal asunto. “Por último, las víctimas debían pagar la factura del hospital de alguien”. Ahí terminaba el secuestro de datos.

Una práctica poco ética

En ese sentido, y por muy Robin Hood que resulte la propuesta, por muchos beneficios que traiga al mundo, por muy romántico que sea a lo Mr. Robot, no deja de ser una práctica muy poco ética. Al fin y al cabo, se está consiguiendo un bien para la sociedad a cambio del chantaje. Simplemente no sirve. Es cierto que lograr motivar a las personas a cuidar de los demás puede ser complicado. Que es un avance muy lento y paulatino. Pero es más sólido y moral que obligarlas a ser generosas. Además, es un delito. Al final, los investigadores policiales consiguieron dar con la IP del grupo de hackers, afincados en Bombay, India.

Ahora toca ver si la iniciativa inspira o no a otros hackers a tomar el mismo camino tan éticamente confuso.