El calentamiento global podría hacer que los tiburones pierdan sus dientes

La acidificación de los océanos provoca una erosión superior a la capacidad de regeneración de estos animales

El calentamiento global es muy injusto: lo hemos generado aquí, en los países occidentales más consumistas, pero son los países en vías de desarrollo y los animales salvajes los que lo sufren con más potencia. Sí, aquí ya estamos lidiando con danas y olas de incendio, pero lugares como Tuvalu están a punto de quedar totalmente inundados directamente y la supervivencia de algunas especies está seriamente amenazada. La peor parte se la llevan los más inocentes, entre los que se incluyen los tiburones: una nueva investigación científica ha llegado a la terrible conclusión de que los tiburones podrían perder sus dientes a causa de la acidificación de los mares.

“Los dientes de tiburón, a pesar de estar compuestos de fosfatos altamente mineralizados, siguen siendo vulnerables a la corrosión en futuros escenarios de acidificación oceánica. Son armas altamente desarrolladas, diseñadas para cortar carne, no para resistir ese ácido”, explica en el portal especializado Frontiers el principal autor del artículo, el biólogo de la Universidad Heinrich Heine, de Düsseldorf, Maximilian Baum. ¿Traducción? Si los mares siguen esa deriva de volverse más y más ácidos a causa del cambio climático se producirá un debilitamiento cada vez más intenso de los dientes de los tiburones. Todas sus especies estarían en seria amenaza de extinción.

Para que te hagas una idea, en la actualidad el pH promedio de los océanos de nuestro planeta es de 8,1, pero se espera que en el año 2300 baje a 7,3, lo que haría que fueran casi 10 veces más ácido de lo que es en estos momentos. Y obvio que esto no afectaría solo a los tiburones. Muchas otras especies marítimas estarían en peligro. Y sí, queda mucho para el 2300, pero ese es solo un horrible final, porque la constante acidificación que tendría lugar en el proceso sería más que suficiente para poner en jaque muchas vidas oceánicas. “Un recordatorio de que los impactos del cambio climático repercuten en cadenas alimentarias y ecosistemas enteros”, dice Baum.

En este sentido, apunta este investigador, “mantener el pH del océano cerca del promedio actual de 8,1 podría ser crucial para la integridad física de las herramientas de los depredadores”, claves a su vez en el equilibrio de un bioma. Sin ellos las relaciones tróficas estallan. Y, por si te lo estás preguntando, la respuesta es sí: los seres humanos somos bastante responsables de esta acidificación, ya que procede principalmente de la acumulación de dióxido de carbono generado por nuestra actividad. Como siempre que hablamos de cambio climático la solución pasa por cambiar YA como especie y civilización y hacer las cosas de manera más sostenible. ¿Podremos?