No todos tenemos la misma responsabilidad cuando hablamos de la crisis climática. Nos lo dicen las cifras. Tan solo cincuenta multimillonarios emiten, en promedio, más carbono en 90 minutos que una persona normal en toda su vida, a través de sus aviones privados, yates y otros lujos, según informa un estudio de Oxfam publicado esta semana.
El estudio demuestra que la crisis climática perpetúa la desigualdad y amenaza a las personas más vulnerables, a pesar de que los mayores causantes de las emisiones sean las personas -y los países- más ricas del mundo.
Los datos son alarmantes: si toda la población mundial generara las mismas emisiones que el 1 % más rico, el presupuesto de carbono, es decir, la cantidad de CO₂ que podemos emitir antes de que la temperatura global suba más de 1,5 °C, se agotaría en menos de cinco meses. Como explica a La Vanguardia Lourdes Benavides, responsable de países frágiles en Oxfam, “las emisiones desmesuradas de los más ricos están acelerando la crisis climática y generando enormes daños en la población y la economía”.
Jets privados, yates y otras industrias contaminantes
En este sentido, Oxfam estima que los aviones privados de los multimillonarios acumulan en un año tantas horas de vuelo y emisiones como una persona promedio necesitaría 300 años para generar. Los yates de lujo generan aún más: en tan solo un año, emiten el equivalente a 860 años de carbono de una persona promedio.
Además, las emisiones derivadas de las inversiones de las personas más ricas del mundo tienen un impacto mucho mayor. Según Oxfam, alrededor del 40 % de las inversiones de los multimillonarios se destinan a industrias altamente contaminantes, como el petróleo y la minería. Esto hace que la huella de carbono de las inversiones sea 340 veces mayor que la de sus medios de transporte de lujo. Si los multimillonarios optaran por inversiones de bajas emisiones, se podrían reducir estas cifras hasta 13 veces, según el mismo informe.
Las consecuencias de esta desigualdad son graves y desproporcionadas para las poblaciones de países con menos recursos, que son las que menos contribuyen al cambio climático pero que sufren sus efectos más devastadores. El informe señala que las emisiones del 1 % más rico han causado daños económicos en los países de renta baja y media, además de pérdidas de cultivos que podrían haber alimentado a millones de personas entre 1990 y 2023.
En España, por ejemplo, el 1 % más rico emitió el 8 % de las emisiones de consumo nacional entre 1990 y 2019, cifra que es 17 veces mayor que la de las personas de menores ingresos.