Todo el invierno mirando el calendario, viendo cuándo coinciden los días festivos con los días que puedes pedirte en el trabajo. Hablando por grupos de WhatsApp para ver si este verano, de una vez por todas, podéis poneros de acuerdo para hacer ESE viaje, del que lleváis años (o por lo menos todo el invierno) hablando.
Te compras incluso algunas prendas para renovar la parte veraniega de tu armario, imaginas las fotos de Instagram, las que pasarás a tu familia y las que harás a esas zonas de costa o montaña que solo exclaman una cosa: MIRA CUÁNTO PARAÍSO DEL DESCANSO y, así, despertar la envidia de aquellas personas que, otro verano más, se han quedado sin plan o les ha tocado trabajar y sus vacaciones son más bien tardías. Pero, ojo, hay otro grupo de gente que mirará esas imágenes y dirá: pues tú te lo pierdes. Son los que practican el ‘staycation’
Qué es eso del ‘staycation’ y de dónde viene
Fue en el año 2005 (sí, querida persona que lee), cuando esta filosofía se puso de moda o, para ser más concreta, fue durante ese año cuando The Washington Post lo denominó del tal manera. El ‘staycation’, tal como su nombre indica y no hace falta saber mucho inglés para entenderlo, une dos conceptos, el de stay y el de vacation, (tampoco se lo curraron mucho buscando un término) y sí, es la práctica de quedarse en casa durante las vacaciones. Quizás esta idea no te haga especialmente gracia pero resulta que esta iniciativa no solo cada día es más cool, sino que, además, tiene muchos beneficios.
Para sacar estas conclusiones se fijaron en la tendencia que tenían, cómo no, los y las estadounidenses y a quienes les hicieron una encuesta. Aunque las principales respuestas indicaban que dicho público prefería utilizar los meses de vacaciones para ir a destinos de costa o montaña, un 28% de este grupo contestó que lo ideal para descansar y desconectar era utilizar los días libres para quedarse en casa. Y no, no hablamos de quedarse en casa completamente con persianas cerradas a modo de prisión y odiando tu vida. No, hay una forma de realmente sacarle partido a esto y que, si lo piensas un poco, mola bastante. Hablo desde la experiencia.
Beneficios y tendencias
Y claro, maravillosas personas que han llegado hasta este punto del texto, no se quedó ahí el tema, desde 2005 hasta la actualidad han ocurrido muchas cosas (algunas mejor ni las recordemos), que han potenciado esta tendencia. Actualmente la enorme inflación, el precio de los alojamientos, la masificación turística, ese momento agobiante de las colas en los aeropuertos, ver que te has olvidado no sé cuál cosa en tu casa, pensar en que tampoco ese destino era justamente el que querías y esas noches de beber y levantarte completamente zombie, han hecho que el ‘staycation’ se vuelva tendencia mundial y que acumule ya, más de 90 millones de resultados en el buscador de Google. Y vale, que si eres de esas personas que no busca en Google, también puedes mirar Tiktok, que ahí también hablan de ello.
@travelwithtolu 30 friends, 2 days, 1 staycation. £125 per person which covered accommodation, food AND alcohol! 🤩 #ukstaycation #fawleycourt #blacktravel #tiktoktravel #uktravel #biggroup #groupholiday #goodtimes #vsco #capcut ♬ Good Time - Show Dem Camp
Y ahora parémonos a pensar en ello: dejando de lado el agobio que supone todo lo que acabo de nombrar anteriormente, fijémonos en cuáles pueden ser los beneficios de quedarse en casa. En primer lugar debemos recordar que las vacaciones tienen un objetivo, el de desconectar y descansar. Hacer planes para el verano y que todo salga como quieres, ya genera cansancio solo al pensarlo. Van aquí, entonces, los beneficios que encontramos:
1. No hay plan, podrás dejarte ir, fluir.
2. Tendrás días para hacer literalmente NADA.
3. Puedes hacer viajes cortos, muy cerquita y, durante los días de semana, habrá menos gente.
4. Podrás conocer un poco más el sitio en el que vives.
5. Descubrirás que en tu ciudad hay muchos planes, muy baratos o gratuitos (claro, quedarse en casa implica también eso: ahorrar).
6. Podrás hacer limpieza de casa, o sea, tirar lo que no usas, cambiar tal o cual mueble de lugar, pintar o, en definitiva, hacer de tu hogar un sitio donde te apetezca estar.
7. Ciudades como Barcelona o Madrid ofrecen los llamados circuitos anti-turísticos (cómo me gusta esta palabra) que son pensados para que, quienes viven en dicha ciudad, la conozcan mejor, con rincones que no aparecen en los folletos turísticos.
8. Tendrás tiempo para hacer lo que no puedes hacer mientras trabajas o estudias (y que, seamos sinceras, tampoco las haces cuando te vas de viaje) como escribir eso que querías escribir, plantar pimientos, tomates y leer los libros que aún siguen en tu mesa de noche.
9. Descansarás, de verdad, podrás dormir siestas y el hecho de quedarte en casa no implica la preparación de un viaje, que ya puede ser agotador.
10. Cuidar de ti, ponerte mascarillas en el pelo, hacer una maratón de pelis que tú quieras, ir al gimnasio (te prometo que estará casi vacío) y pasear. También puede ser que encuentres a personas de tu entorno que se unan al ‘staycation’ y podréis hacer planes juntxs.
Como vemos, puede haber una lista enorme de beneficios y, según The Washington Post, hay algunas ideas que se deben llevar a cabo al practicar esta tendencia, que tú puedes seguir o no: “no le digas a nadie que estás de vacaciones, así puedes gozar de libertad de movimiento, no mires el correo, debes desconectar mentalmente y concédete un pequeño presupuesto vacacional”, ya que aunque quedarse en casa sea ahorrar, eso no significa no gastar nada. Quizás, quien sabe, hasta le pilles el gustillo.