Rusia crea una base de datos para adoptar huérfanos ucranianos según sus rasgos

Muchos de ellos son niños cuyos padres fueron asesinados por las fuerzas invasoras rusas

Están pasando unas cosas en el mundo que hace unos años eran inimaginables. Un genocidio perpetrado tanto desde la fuerza militar como desde la hambruna forzada. Un retroceso en los derechos de las personas trans en países en los que parecía que la conciencia social había cambiado para siempre. Unas cacerías violentas a las personas inmigrantes. Y ahora, por si la cosa no estaba ya lo suficientemente grotesca, resulta que las autoridades de la región ucraniana de Lugansk, anexionada por Rusia en el año 2022, han creado una base de datos para adoptar huérfanxs ucranianxs según su color de pelo o su color de ojos.

Como si fueran productos de una tienda, 294 niñxs huérfanos menores de 17 años son publicitados en un catálogo de la web del Ministerio de Educación y Ciencia de la región, en el que se puede buscar por nombre, por sexo, por edad, por cantidad de hermanxs, por tipo de tutela deseada y, como ya hemos comentado, por características físicas. Algo que, en palabras de Nikolái Kuleba, director de la ONG Save Ukraine, representa una forma nada camuflada de “tráfico infantil del siglo XXI”, dado que “la forma en que describen a nuestros niños no se diferencia de un catálogo de esclavos”. Es un comportamiento inaceptable.

Lo sería en cualquier condición, pues supeditar la adopción de unx menor a sus características físicas es inhumano y de un racismo horrible, pero es que encima hay otro agravante: como explica el propio Kuleba, la mayoría de lxs niñxs que se encuentran registrados en el catálogo “nacieron antes de la ocupación de la región, tenían ciudadanía ucraniana y sus padres fueron asesinados por las autoridades que ocuparon el territorio”. Pongámoslo todo en contexto: una nación con problemas de natalidad invade otra, mata a algunxs de sus adultxs y se queda con sus hijxs para repartirlos según lo rubios o lo morenos que son.

Y lo peor es que esto no parece ser algo aislado. Como apuntan desde El Mundo, “en marzo de 2023, la Corte Penal Internacional de La Haya emitió una orden de arresto contra el presidente ruso Vladímir Putin y la comisionada para los Derechos de los Niños de Rusia, María Lvova-Belova, por deportar ilegalmente a Rusia a niños ucranianos desde los territorios anexionados”. Sí, Rusia tiene un gravísimo problema de natalidad y parece dispuesta a compensarlo de la manera que sea. Incluso privando a todxs esxs niñxs de su dignidad. Es, como ocurre con Israel y su genocidio, algo que la comunidad internacional no debería permitir.