Probablemente ya estés al tanto de lo que está pasando en el subcontinente indio: los ánimos están muy calientes entre India y Pakistán y tiene pinta de que lamentablemente nos acercamos a otra guerra más. Parecía que era cosa del siglo XX, pero no. Ucrania. Palestina. Y ahora esto. Los tanques y las bombas han vuelto a escena. Todo comenzó el pasado 23 de abril, cuando una organización terrorista atacó la provincia india de Cachemira y causó 26 muertos y más de 20 heridos. Rápidamente el gobierno indio echó las culpas al gobierno pakistaní alegando que este llevaba mucho tiempo apoyando el terrorismo transfronterizo. El miércoles pasado India respondió atacando distintas regiones de Pakistán. Y la tensión internacional está desatada.
Porque esta no es una guerra más. Sí, en todas mueren gente inocente y todas son un sinsentido y una demostración de fracaso del ser humano a la hora de entenderse y negociar, pero India y Pakistán SÍ tienen armamento nuclear. Ya, casi todo el mundo piensa que eso es cosa de las grandes potencias tipo Estados Unidos, Rusia, Inglaterra, Francia o China y que el resto del mundo no es una amenaza a tan gran escala. Se equivocan. Estas dos naciones llevan muchísimo tiempo enfrentadas y no han parado de desarrollar tecnología nuclear por miedo mutuo. Un poco como lo que ocurrió entre los Estados Unidos y la Unión Soviética durante la Guerra Fría pero en menor escala. Aún así, la posibilidad de que estalle un conflicto nuclear es muy real.
¿Pero por qué tanto odio? Hasta el año 1947 solo existía un país, pero en aquel momento el Imperio Británico, como parte de su dominio colonial, decidió trazar unas cuantas fronteras y separar el territorio en dos naciones: India, de mayoría hindú, en el centro, y Pakistán, de mayoría musulmán, a la izquierda y un poquito a la derecha. Aquello fue horrible. Desde migraciones masivas hasta violencia civil y pasando por supuesto por tensiones políticas. Sobre todo porque había una región que ambos países reclamaban y siguen reclamando para sí: la propia provincia de Cachemira, musulmana en su mayoría pero gobernada por un maharajá hindú. Una disputa que se ha extendido a lo largo de casi 80 años y que no parece cerca de resolverse.
Todo lo contrario: tanto India como Pakistán han entrado en modo paranoia y enfado y han cerrado fronteras, expulsado diplomáticos y suspendido visas. También han comenzado ya las clásicas declaraciones amenazantes. Como si nadie se acordara ya de las guerras de 1947, 1965 y 1999. Como si no hubiera memoria. Como si no hubiera ojos para contemplar lo que la guerra está haciendo en Ucrania o Palestina. En casos como este, la incapacidad de los dos gobiernos para llegar a un acuerdo y no comprometer la vida de sus ciudadanos es lamentable. Por eso debe entrar en escena y ya la comunidad internacional y hacer todo lo posible para frenar esto. Porque la guerra es una mierda y porque esta puede ser una guerra nuclear. No se puede permitir.