La generación Z: la que se toma la vida con más calma

En un mundo tan impredecible y complicado han aprendido a tener paciencia y retrasar los hitos de la vida sin dramas

Se dice mucho eso de que a la gen Z no le gusta beber alcohol. Que pasan de intoxicarse el cuerpo y la mente y prefieren otro tipo de encuentros sociales más serenos y conscientes. Lo que ocurre, según cuenta la periodista Emily Stewart, es simplemente que avanzan en la vida con más calma: “Los datos indican que una vez que estas personas cumplen 25 años y entran en el mundo laboral consumen tanto como lo hacían las personas de otras generaciones a esa edad”. Y algo similar ocurre con el carnet de conducir, con la búsqueda de empleo o con la búsqueda del amor. No es que renieguen de estas movidas. Es que no tienen prisa por ir alcanzado esos goals.

Porque no es solo lo de consumir alcohol. Es una generación que también consigue su primer trabajo más tarde, que se independiza más tarde, que se casa más tarde y que tiene hijos más tarde. Y todo eso tiene varias lecturas. Por un lado, está claro que la precariedad laboral y económica tiene su cuota de responsabilidad. Si sales de la universidad y ves que no hay trabajo de lo tuyo después de tanto esfuerzo estudiando igual prefieres tomarte las cosas con tranquilidad y esperar. Mientras tanto, lo de irse de casa estando los alquileres como están no es una opción. Y mucho menos casarse o tener criaturitas. A los millennials les entraba ansiedad y prisas. La gen Z tiene paciencia.

Quizás porque están acostumbrados a este contexto tan complicado. Al fin y al cabo, mucha de la gente de la gen Z tuvo que lidiar con la pandemia y el aislamiento justo cuando entraban en la uni. Renunciaron pronto al arquetipo de vida que manda en la sociedad. Se volvieron más flexibles. Más abiertos de mente en cuanto a sus planes. Aprendieron que no pasaba nada por retrasar un poco las cosas. Sobre todo, dice la psicóloga y autora del ensayo Generations: The Real Differences Between Gen Z, Millennials, Gen X, Boomers and Silents, Jean Twenge, por la sencilla razón de que tienen más esperanza de vida que las generaciones anteriores. Hay más tiempo por delante.

Por eso no pasa literalmente nada por vivir tus 20 a los 25 o tus 25 a los 30. Porque esa era la receta de quienes vinieron antes y no tienes por qué seguirla. Nadie debería imponerte a qué edad debes ser adulto en el sentido más pesado de la palabra. Sí, puede que te saques el carnet de conducir más tarde o que comiences tu carrera profesional más tarde, pero eso no significa que no te tomes las cosas en serio ni que vivas en una apatía sin deseo. Quieres esas cosas, pero sabes que el mundo está en un estado de inestabilidad y dificultad que hace que no puedas tenerlo inmediatamente y no vas a pasarte los días hundido por eso. El mundo debería aprender un poco de la gen Z.