El latido fetal, la estrategia de Vox contra el aborto

La idea no es de Vox ni de la derecha española, sino que responde a una estrategia global de la extrema derecha

La última idea de la extrema derecha de Vox para combatir el derecho al aborto en Castilla y León, donde forma parte de una coalición que lidera el PP, se llama ‘latido fetal’ y consiste en ofrecer a los progenitores que puedan escuchar el latido del corazón del feto a través de una ecografía para repensarse un aborto. También una ecografía en 4D antes de que interrumpan definitivamente el embarazo y una derivación a salud mental de las mujeres “que lo requieren”.

Pero la idea no es de Vox ni de la extrema derecha española, sino que responde a una estrategia global de la extrema derecha para crear su agenda propia de temas antifeministas y en contra de los derechos humanos y los avances sociales.

Como explica en un reportaje reciente Eldiario.es, uno de esos espacios clave es el Congreso Mundial de las Familias, una reunión donde se reúnen los extremistas de todo el mundo para definir las tendencias ultraconservadoras en la política que afecta a la vida privada. Figuras como Matteo Salvini, la actual presidenta de Italia, Georgia Meloni o el primer ministro húngaro Viktor Orban son algunos de los que han asistido. La última edición, en México, tuvo especial repercusión por la presencia de la socialité española Tamara Falcó.

Las organizaciones antiabortistas son numerosas en el mundo y también en España, donde Hazte Oír, también tránsfoba, es una de las más activas. El hermano de Tamara Falcó, Duarte Falcó, también es vicepresidente de una de ellas, Fundación + Vida.

Cada vez que crece un movimiento ultraconservador en el mundo, y a pesar de que a veces hay diferencias, se repiten algunos mantras en los últimos años. La “dictadura de lo políticamente correcto” para aludir a la defensa de las minorías, el miedo a un “adoctrinamiento gay” cuando aparecen planes de educación sexual, la crítica del activismo “woke” cuando se trata de la defensa de minorías en clave identitaria, y un largo etcétera que se replica y que, en muchas ocasiones, conecta con las visiones más conservadoras de la iglesia.

Por ahora, en el arranque de un año electoral en España, Vox ha conseguido una vez más que se hable de ellos, para bien o para mal, y marcando agenda se garantizan un lugar en los medios y en el debate público. Por lo que respecta a la medida antiabortista, el PP inicialmente no desmintió la medida y el gobierno español puso un requerimiento para evitar que aplique esta práctica.

Al final, el presidente de Castilla y León, Fernández-Mañueco, dio marcha atrás y dijo que no se obligará a los médicos a presentar pruebas no facilitadas porque “podría ser coacción” y tampoco se pedirá nada nuevo a las mujeres. Pero el culebrón está por acabar, porque la extrema derecha juega al chantaje con los gobiernos que comparte con el PP.