Ponte en situación. Ponte en la coyuntura de tener que elegir entre el increíble placer de un orgasmo o tu salud. Es algo que probablemente no le desearías ni a tu peor enemigo. Y sin embargo existen personas en el mundo que deben planteárselo: las personas que padecen el síndrome de enfermedad posorgásmica, a menudo conocido como POIS. No son muchas. Como indican desde Gizmodo, se estima que menos de 1000 personas de los 330 millones que viven en Estados Unidos la sufren. Unas 24.000 personas si lo extrapolamos al planeta entero.
Síntomas
¿Los síntomas? “Similares a los de la rinitis alérgica o la gripe, como la fatiga, el picor en los ojos, la congestión nasal, la secreción nasal o incluso los problemas de memoria”, explican desde este mismo medio. Y lo peor de todo es que el POIS no da tregua: sus síntomas aparecen unos segundos después de prácticamente cada orgasmo. En ocasiones desaparecen al cabo de unos minutos. Otras, menos afortunadas, se extienden durante horas e incluso durante una semana. Son orgasmos que salen muy caros. Demasiado caros, la verdad.
No es un síndrome nuevo. El motivo por el que el POIS vuelve a estar en el foco mediático es la detección de una nueva víctima: un hombre de 27 años que lleva desde los 18 privándose de orgasmos para no padecer episodios alérgicos. Hasta el momento, y según mostrará un informe de la próxima edición de noviembre de Urology Case Reports, solo existen 60 casos documentados, por lo que cada uno de ellos despierta muchísimo interés en la comunidad médica: es una oportunidad para investigar. Una oportunidad para comprender.