La pereza sexual mata relaciones

Pero no todo está perdido: podéis resucitar vuestra vida sexual

No ha sido repentino. No ha sido como el meteorito que acabó con los dinosaurios. Ha sido mucho más progresivo y silencioso: poco a poco os habéis ido instalando en la pereza sexual y ya apenas folláis ni practicáis ninguna otra modalidad sexual. Y no es que no os veáis atractivxs. Sí que lo hacéis. Seguís admirando mutuamente vuestros cuerpos. Seguís percibiéndoos como seres bonitxs. Incluso sentís la motivación sexual cuando os abrazáis en el sofá para ver La Mesías, cuando cocináis juntos o cuando os veis desvestiros. Lo que ocurre es que la pereza es más fuerte que la libido. Y no sentís que la situación sea lo suficientemente grave como para hacer un esfuerzo para superarla.

Pero en cierto sentido lo es. Si bien la frecuencia de las relaciones sexuales dentro de las relaciones románticas estables y duraderas suele caer con el paso del tiempo, pasarse semanas y semanas sin contacto sexual suele ser preocupante. Al fin y al cabo, la pereza sexual que sentís es entre vosotrxs y debido a la familiaridad que tenéis. Pero tu libido no ha muerto. Sigues poniéndote cachondx y deseando el cuerpo de otras personas. En este sentido, la falta de sexo puede derivar en conflictos relacionados con la frustración, con la culpabilización o con los celos, especialmente cuando no hay una comunicación constante y profunda acerca del asunto. Vuestra vida sexual importa.

La buena noticia es que no todo está perdido. No, no volveréis a tener la fogosidad de los primeros meses. Ese salvajismo fruto de la novedad es cosa de un bonito pasado. Sin embargo, podéis conseguir que vuestra vida sexual permanezca viva con una serie de estrategias, la primera de las cuales, explican desde VozPopuli, es hablar sin miedo. Debéis descartar que la escasísima frecuencia sexual no sea consecuencia de problemas más serios como declive del interés romántico o disconformidad con los métodos sexuales de la otra persona. ¿Lo habéis hablado y claramente es una cuestión de mera pereza sexual? Vale, entonces podéis pasar al siguiente punto: la innovación.

A fin de cuentas, la raíz principal de esa pereza sexual es la falta de novedad. Os habéis devorado tantas veces que estáis saciadxs. “Apostad por la innovación y por probar cosas nuevas”. Sin más límites que los que pongáis ambxs. Juguetes. Posturas. Terceras personas. Porno ético. Juego de roles. Prácticas BDSM. Lo que sea que os llame la atención. Además, y como recomienda la experta Cecilia Bizzotto en el citado medio, debéis mimaros eróticamente a lo largo de todo el día y no solo en la antesala del sexo. En sus propias palabras, “juguetear con besos, caricias y abrazos sensuales va a hacer que conectemos mucho más con nuestro deseo”. Sed sexuales siempre.