El discurso de la responsabilidad afectiva está calando poquito a poco en la gente. Comenzamos a entender que ir por ahí haciendo lo que te da la gana sin preocuparte de los sentimientos del resto simplemente porque no les conoces resulta de lo más lamentable. Incluso en el mundo de las citas Tinder y el sexo despreocupado hay que ser honestxs. Pero obviamente no todo el mundo lo es. De hecho, el roaching, aquello de seguir quedando con otras personas cuando comienzas a conocer a alguien pero ocultarlo hasta decidirte por una, sigue muy presente ahí fuera. Esa persona con la que andas saliendo desde hace unas semanas podría estar haciéndotelo. ¿Quieres salir de dudas? Hay señales.
Una de las más esclarecedoras es el comportamiento reservado. Como escribe la experta Jourdan Travers en un artículo para Psychology Today, si la otra persona “duda en revelar detalles de su vida personal, especialmente con respecto a otros posibles intereses románticos”, puede que ande marcándose un roaching. Pero ojo: algunas personas son muy introvertidas y necesitan más tiempo para abrirse, así que no te basta con esta señal. Debe darse conjuntamente con otras. Por ejemplo, con una comunicación inconsistente. En palabras de Travers, “suele desaparecer por largos periodos de tiempo solo para reaparecer con excusas endebles”. En el fondo, no siente que deba darte explicaciones.
Además, la peña que practica el roaching también suele cambiar los planes repentinamente, evitar conversaciones acerca de la exclusividad o del compromiso y emitir señales contradictorias sobre lo que buscan y quieren. Es más, hay una señal que generalmente puedes encontrar en tu interior si estás muy interesadx en una persona y esta anda enfrascada en el roaching: te sientes bastante desorientadx y sumidx en la incertidumbre. Como dice Travers, “esto puede dañar tu bienestar emocional, erosionar tu confianza, causar angustia psicológica y dificultar tu crecimiento personal y de tus relaciones futuras”. No es bueno vincularse a alguien adictx al roaching. Lo acabas pagando muy caro.
Pero lo peor no es eso. Lo más triste es que la mayoría de personas que practican el roaching lo justifican enarbolando la bandera de la libertad. “¿Por qué debo contarle a alguien que estoy conociendo que veo a otras personas? Aún no le debo nada”. Sin embargo, el hecho de tener que ocultar y mentir dice mucho sobre la categoría moral de este comportamiento. Para esta especialista, las verdaderas razones tras el roaching suelen ser el deseo de diversidad, el miedo al compromiso y una baja autoestima, pues quedar y follar con varias personas a la vez puede servirles como validación. No tengas miedo a pedir sinceridad a alguien solo porque lo acabas de conocer. Te la mereces.