A tu lado está tu pareja esperando un poquito de tu atención. Pero tú, en lugar de proporcionársela, en lugar de concentrarte en ella para una conexión verdadera, andas absolutamente absortx en tu teléfono. Ahí dentro tienes decenas de conversaciones potenciales, miles de fotos y vídeos en los tablones de tus redes sociales, millones de noticias de actualidad y un sinfín de contenidos más. No consigues resistirte a la tentación. Pasan los minutos. Vuelves al mundo real durante un instante, pero no lo sientes lo suficientemente estimulante y regresas al móvil en el primer microsilencio que se produce. Piensas que no es tan grave. Que no es para tanto. Pero os está jodiendo una barbaridad.
En palabras de Theresa E. DiDonato, psicóloga social, “cuando la atracción hacia un teléfono es más poderosa que la atracción hacia la pareja romántica, el bienestar de la relación podría verse afectado”. Y es lógico: ¿a quién le gusta sentirse ignoradx o poco relevante? A nadie. Es más, y según una investigación publicada en la revista especializada Psychology of Popular Media Culture, el phubbing, como se conoce a esta conducta de pasar de la pareja para quedarte absorto en el smartphone, está asociado con una menor satisfacción en las relaciones y con una mayor cantidad de conflictos. Esto es, en parte, debido a que la persona ignorada tiende a cobrarse su venganza en algún momento.
¿Cómo? Pues esencialmente incurriendo en el mismo comportamiento: algo así como ¿Te la pasas con el móvil en vez de hacerme caso? Pues prepárate porque pienso hacer lo mismo. Una mentalidad de represalia que, escribe DiDonato, profesora de psicología en la Loyola University Maryland, “es problemática para el bienestar de la relación”. La vida juntos toma un cariz competitivo absurdo. Además, las víctimas del phubbing también tienden a buscar apoyo fuera de la pareja romántica. Piénsalo: tu pareja se siente rechazada, ridícula incluso aguardando a tu lado a que te dignes a enfocarte en ella, y la atención de terceras personas puede restituir parcialmente su autoestima herida.
”Tras la picadura del rechazo inducido por el phubbing, las personas informan un mayor deseo de recurrir a personas que no sean sus parejas para obtener aprobación. El teléfono lo hace fácil. ¡Envías un mensaje de texto y sientes el amor de vuelta!”, explica esta experta. Como habrás imaginado, este phubbing vengativo no hace sino empeorar aún más la calidad de la relación, ¿pero alguien puede juzgar a tu pareja por buscar fuera lo que no obtiene dentro? Se siente sola. Se siente menospreciada. Y en ocasiones puede que incluso celosa de que andes de chat con alguien a través de tu teléfono. La solución es sencilla: estate presente con ella. Es la base de la felicidad en pareja.