La sociedad cada vez está más familiarizada con los temas sexuales, todo lo relacionamos con el sexo y el hecho de ser sexual. Si te fijas, la mayoría de anuncios lo reflejan, perfumes, coches y recuerdo hasta haber visto un producto desengrasante de limpieza que al usarlo en la cocina la pareja del anuncio empezaba a tener relaciones sexuales apasionadamente. Lo sorprendente es que cada vez las parejas están teniendo menos sexo si lo comparamos con hace 20 años, hecho afirmado por un estudio de 2019 de la Encuesta Nacional de Actitudes y Estilos de Vida Sexuales del Reino Unido. Kaye Wellings que encabezaba la investigación puso como foco del problema el ritmo de vida ajetreado que llevamos.
En consulta habitualmente me encuentro a parejas que me preguntan: ¿cuántas relaciones a la semana deberíamos tener? Como si el sexo se tratara de cumplir con un objetivo y fichar para llegar al mínimo semanal o mensual. Pero siento decirte que no hay una respuesta concreta, no hay un estándar a cumplir para que una pareja se pueda considerar sexualmente activa pero sí que podemos hablar de qué hace que una pareja se sienta feliz y conectada en el terreno íntimo, tema que seguramente no te han explicado porque el sexo siempre se ha relacionado con la cantidad de encuentros, pero no con lo realmente fundamental e importante.
Todas las parejas “satisfechas” sexualmente me hablan de complicidad, de comodidad, de fluidez, de risas, de conexión ¿y cómo se consigue esto?
El primer paso es conseguir que la pareja que tienes vea la sexualidad como tú, es decir, que la valore del mismo modo, que el objetivo sea el mismo y los gustos si pueden ser parecidos, mejor. Porque si ambos entendéis el sexo de la misma manera ya es un gran paso ganado, así parte de la fluidez aparecerá sola y el sentimiento de equipo en el sexo también.
El segundo punto es tener comodidad a la hora de hablar del tema, poder expresar con sinceridad tus gustos, no sentirte juzgadx y poder ser tú mismx en la cama y fuera de ella. La comunicación sexual es imprescindible para que pueda aparecer la complicidad.
El tercer paso es saber priorizar los espacios íntimos, como he comentado al principio si no hay momentos de calidad donde relajarse y poderse dejar llevar será muy difícil encontrarse y poder conectar.
Y, por último, pero no menos importante, es tener presente que el sexo engloba mucho más que el simple encuentro. Debes fomentar la seducción, el tonteo, el erotismo, el juego sexual, etc. De este modo estarás generando deseo dentro de la pareja, básico para que el resto de aspectos puedan funcionar. El deseo es el cimiento.
Todos los puntos comentados se podrán trabajar o mejorar siempre que la pareja como relación se encuentre bien, es decir, si hay otras dificultades añadidas como malos entendidos en la convivencia, faltas de respeto, conflictos con la familia política, etc. es casi imposible poder potenciar y mejorar la sexualidad. Primero hay que estabilizar la relación y una vez haya un buen entendimiento es el momento de trabajar y potenciar la parte íntima.