Tu relación estuvo equilibrada durante muchísimo tiempo. Dabas. Dabas un montón. En todos los sentidos. Pero también recibías bastante por parte de tu pareja. Y eso molaba mucho. Sin embargo, muy poquito a poco, a un ritmo casi imperceptible, la cosa comenzó a cambiar hasta convertirse en algo totalmente diferente. Hoy das mucho más de lo que recibes. Tienes esa desagradable sensación de que si no lo hicieras todo se iría a la mierda. De que la relación depende de tu esfuerzo, de tu sacrificio y de tu generosidad. Y ya no puedes más.
Reconócelo: la relación ha cambiado
Pero espera. Antes de tomar una decisión precipitada, sigue la estrategia de la psicóloga Randi Gunther, que comienza con el análisis de tus propios puntos ciegos. Sí, tienes la sospecha de que la relación está desequilibrada, pero constantemente justificas la falta de implicación de la otra persona para seguir adelante. Si vas a hacer esto, necesitas dejar de excusarle y ser honestx contigo mismx. Reconoce que no es algo puntual: la relación ha cambiado, la otra persona está satisfecha con ello y tú no. Esa es la única verdad desde la que trabajar.
Una vez aclarada tu cabeza, toca comunicarlo. "¿Tu pareja es consciente de que se está aprovechando de ti? Le has dado muchas señales sutiles de que estás triste, pero no parece haber una diferencia. Acércate y comparte tus preocupaciones", aconseja Gunther. Sin más. El único camino hacia la salvación de la pareja pasa por ello. A partir de ahí, tu pareja puede expresar su desinterés en la relación, su interés en la misma y sus ganas de solucionar lo que está mal o una absoluta negación de la realidad. Nada de eso depende ya de ti.
Te toca escucharte y aprender
Paralelamente, debes realizar un ejercicio de autoanálisis. En concreto, de tus relaciones sentimentales pasadas. Hazte estas preguntas: "¿Me resulta familiar esta situación? ¿No he discernido bien al comienzo de otras relaciones cuánto puede dar una pareja potencial en el tiempo? ¿Permití que mi ceguera amorosa superara mi evaluación cuidadosa de cómo mis parejas se implican?". Conocerte a ti mismx es la mejor manera de no repetir las mismas reacciones una y otra vez. Intenta tomar la decisión adecuada esta vez.
¿Pero cuál es la decisión adecuada? Depende tanto de la respuesta de tu pareja a la conversación como del descubrimiento que hagas en tu análisis de ti mismx. Si crees que constantemente terminas dando más de lo que recibes en tus relaciones, que tienden al desequilibrio, probablemente haya mucho en lo que trabajar. Preferiblemente en terapia con unx profesional. No obstante, si tu pareja se niega a ver los hechos o demuestra poco interés en tu bienestar, entonces no hay mucho más que hablar. No necesitas a nadie así a tu lado.