Qué hacer si tu pareja te pide un 'tiempo'

¿Existe ese tiempo? ¿Le sirve a algunas parejas? ¿Qué decir si tu pareja te lo pide? Tranqui, ahora te explicamos qué puedes hacer

Hace tiempo que no estás bien con tu pareja y, hoy, por fin, te ha pedido un tiempo. ¿Es el fin de la relación? ¿Se quiere liar con otra persona y necesita ‘espacio’? Puede ser, no nos vamos a engañar, pero no pienses lo peor. Puede haber mil y un porqués de la petición de tu pareja y, sea cual sea la razón, puede iros bien.

En este sentido, tal y como también subraya la revista especializada La mente es maravillosa, hay quien piensa que el pedir tiempo es poco más que un eufemismo, un recurso poco hábil para dar fin a ese vínculo sin decirlo de manera abierta y sincera. Sin embargo, puede haber muchos motivos a considerar.

Uno de ellos, por ejemplo, es que uno de los dos se ve sobrepasado por la vida no solo por la pareja, ya sea por el trabajo, problemas con los amigos o familiares, etc. Muchas veces, estos problemas no incluyen a la pareja, sino que los problemas de la relación son la consecuencia de ellos. En este caso, lo que necesita es un poco de tiempo para aceptar su situación o arreglarla. También puede ser que la relación haya ido demasiado deprisa y le haya entrado vértigo. Es normal que se lo tenga que pensar. De hecho, quizás es mejor que antes de empezar una relación seria contigo se lo piense bien y lo tenga claro.

Más allá de eso, también hay gente que tiene miedo al compromiso serio y responsable con otro. No todo el mundo está en todo momento preparado para tener una relación también es bueno saberlo. Puede ser, por ejemplo, que lo haya pasado mal con otra pareja y aún no se siente preparado tiempo al tiempo, eso no es personal. 

Lo que no debemos hacer en estos casos es reprochar la decisión a nuestra pareja. Tiene sus motivos y, aunque creamos que están equivocados, lo debemos respetar. El contrario de una actitud empática solo puede empeorar las cosas o alargar el proceso. Tampoco debemos entrar a jugar en el juego del ratón y la rata, de uno ser perseguidor y el otro perseguido, y que en el fondo os gusten estos roles y os acabéis acostumbrando. No es una broma, es seriedad y dignidad. Para finalizar, lo más importante, como siempre, es la comunicación y la honestidad. No sabes si el otro lo es, pero al menos tú le tienes que decir lo que sientes y los miedos que tienes, con carácter y determinación.