Cuando piensas en algo que te hace enfadar mucho, ¿qué te viene a la cabeza? La respuesta dependerá muchísimo de la persona que vaya a contestar y de cómo es su carácter. Ahora bien, hay algunas cosas con las que varias personas a la vez pueden estar de acuerdo y que, además, son esa clase de temas o formas que pueden encender una discusión o un conflicto en cualquier ámbito de convivencia. Quizás puedas coincidir: cuando te dicen lo que tienes que hacer. Cuando te mandan a hacer algo a modo de orden pueden saltar las chispas, sobre todo en las parejas tengan la edad que tengan.
Esto le pasa a muchísimas personas y puede traer problemas en las parejas porque según la reacción puede ser una de las razones por las que tu esfuerzo puede fracasar o ser contraproducente. “Cuando las personas sienten que sus opciones están obstaculizadas o que otras personas les dicen qué hacer, a veces solo por rebelarse hacen lo contrario”, explican desde Psychology Today. Resulta que esto tiene un nombre: reactancia psicológica y se trata de la respuesta de nuestro cerebro a una amenaza a nuestra libertad. “Las amenazas a la libertad incluyen cualquier momento en que alguien te sugiera o te obligue a hacer algo”, detallan desde la misma web.
Ahora bien, esta reactancia está dividida en dos partes diferentes: sentimientos y pensamientos. Casi siempre coinciden porque tenemos pensamientos negativos y sentimos ira o agresión. Cuando alguien reacciona de esta manera, su primer impulso es hacer algo y, depende de cómo se lo tome, puede hacer exactamente lo contrario. Es así como funciona la mente y esto también recibe un nombre: restauración directa. En otras ocasiones las personas reaccionan diciendo que ya iban a hacer eso de todos modos, así que no importa si le han dado la orden o no.
“Los pensamientos negativos y la ira que acompañan a la reactancia psicológica hacen que valga la pena tomarse el tiempo para detectar cuándo nuestro cerebro está reaccionando de esta manera porque o bien nos han preguntado algo o bien nos han dado una orden alguien que no tenía por qué dárnosla”, explican los expertos. Cuando tenemos esta reacción dentro de una relación sabemos que podemos acabar en una discusión. Así que esto involucra a las dos partes de la pareja: tanto a la persona que da una orden y lo hace de forma paternalista o maternalista, como a la persona que reacciona con ira.
Evidentemente estas reflexiones sobre cómo actuamos y cómo percibimos los actos de otras personas se pueden hacer en la intimidad pero también es positivo compartirlas con la pareja y explicar por qué no nos gusta la forma de hablar o de indicar ciertas cosas porque hay personas que hablan de esta manera y lo hacen sin intención alguna. Como siempre la mejor de las soluciones es la comunicación.