Lo nuevo para reconectar con tus amigos: campamentos de verano para adultos

”La parte más divertida fue ver a la gente realmente feliz”

Las amistades son la verdadera clave de una vida feliz. Que sí, que si tienes una pareja con la que te llevas increíble o una familia que te quiere mucho todo es incluso mejor. Pero lxs amigxs son innegociables. Y es algo que la mayoría de gente termina comprendiendo más tarde que pronto. Cuando los vínculos ya se han deteriorado. Cuando la etapa universitaria echa el telón, se reduce el contacto y pasas la mayoría de los días del año sin verles. Ahí te das cuenta de lo mucho que te hacen falta. Conscientes de ello, y para evitar que sus amistades se debiliten, un grupo de jóvenes estadounidenses han decidido organizar campamentos de verano en los que reconectar de verdad.

La idea es sencilla: meter a todas tus amistades en una casa rural o algo similar, organizar todo tipo de actividades en las que os encontréis y dar rienda suelta al lado más infantil. Porque sí: en la vida adulta también hay que jugar. No todo ha de ser importante y trascendente. En este sentido, y según cuenta una joven neoyorquina, Natalie Kalitsi, responsable de la organización de uno de estos campamentos, a Impact, los cuatro días de convivencia están llenos de actividades muy variadas. Aunque, según la propia Natalie, “la parte más divertida fue ver a la gente realmente feliz”. Olvidarse de que la vida ahí afuera está difícil. Acordarse de que os tenéis lxs unxs a lxs otrxs.

En concreto, y para que te hagas una idea, el campamento adulto incluye sesiones de yoga, baños en el bosque, comidas y cenas estupendas, juegos de capturar la bandera, guerra de globos de agua, paseos por el campo, barbacoas y tiempo de free para que cada persona o cada pequeño grupo de personas haga lo que quiera. Escuchar música, dibujar, hablar de la vida, hacer algo de artesanía, meditar o simplemente relajarte feliz viendo al resto de gente ir y venir. Es ese tipo de plan que te transmite serenidad y satisfacción con la vida. Que te paras un momento a pensar y solo se te ocurre eso de no me hace falta absolutamente nada más. La verdad es que pinta genial.

Porque al final la vida va de eso, ¿no? De compartir. De estar bien rodeaditx. De cuidar y ser cuidadx. De hecho, cuenta la organizadora, una veinteañera que no quiere esperar a tener treinta y tantos años para darse cuenta de que sin amigxs no es feliz, “una de las actividades más especiales del campamento fue la creación de un zine sobre el significado de la comunidad, encontrada y elegida, que reflejaba las propias conexiones de los campistas”. ¿Cómo os conocísteis? ¿Qué os sigue uniendo? ¿Qué os está distanciando en el mundo real? “Los planes sociales rara vez salen del grupo de Whatsapp”. Y quizá un campamento de verano anual pueda romper eso.