La tranquilidad te acompaña. Sabes, porque lo sabe todo el mundo, que tu pareja nunca cometería una infidelidad puesto que vuestra relación es totalmente saludable. Y los affairs son cosa de relaciones problemáticas o muy poco emocionantes. Ya está. No hay que darle muchas más vueltas. Sin embargo, y según cuenta el psicoterapeuta estadounidense Moshe Ratson, esta certeza tan extendida podría no serlo tanto: hay verdad en el hecho de que las relaciones tormentosas son más propensas a las infidelidades, pero su experiencia con pacientes de todo tipo le ha demostrado que muchas personas en relaciones genuinamente felices terminan engañando a sus parejas igualmente.
Y parece haber múltiples motivos para ello. En primer lugar, explica, están las tentaciones incontrolables. Sí, estás bien en tu relación y le amas, pero aparece alguien en tu vida que te produce una atracción sexual inmensa. Pero inmensa. De esas que te vuelven locx. Y no lo buscas. Simplemente terminas dejando que ocurra. En parte porque tu relación es una relación madura con muchos años de recorrido en la que ya no hay esa pasión ni esa emoción. Y cuando aparece de nuevo parece deliciosa. Algunas de estas aventuras acaban yendo a más y destruyendo la relación principal. Otras se quedan en eso: en un interludio de adrenalina y libido desbordante para el recuerdo.
Falta de autoestima
Según este experto, a menudo el problema subyacente de las aventuras amorosas en las relaciones sanas es la baja autoestima, la deficiencia de control emocional, la impulsividad y la falta de madurez. Para muchas de las personas que carecen de autoestima, no importa cuánto amor reciban: nunca será suficiente. Sí, aunque su pareja les diga todos los días lo atractivxs que son.
Cuando alguien tiene un affair, esa aventura hace que se sienta deseadx y le proporciona un impulso delirante para sí mismx. Pero, no nos olvides que, desafortunadamente, este impulso es de corta duración y genera aún más sentimiento de vacío.
A fin de cuentas, este experto nos recuerda que lo mejor es “tratar de reflexionar y encontrar respuestas lo antes posible, antes de que esa aventura genere más daño en la pareja”. Recuerda que sois vosotrxs los que mantenéis vuestros propios acuerdos. No hay una sola manera de vivir una relación.