La relación fue tormentosa. Una de las experiencias más machacantes y dolorosas de tu vida. Por suerte, conseguiste reunir las fuerzas necesarias para romperla y seguir adelante. Tardaste demasiado en quererte, en cuidarte, en protegerte, pero lo terminaste haciendo. Y pensaste que todo había acabado por fin. Que eras libre. Sin embargo, tu ex ha continuado buscando la manera de joderte. De una forma u otra, sigue llevando dosis de toxicidad a tu existencia. Te preguntas por qué. Y la ciencia tiene una respuesta muy precisa.
Unos rasgos oscuros
En concreto, el psicólogo Miguel Díaz, de la Universidad de La Coruña, que decidió medir junto con su equipo los rasgos de la personalidad que explicasen "el hecho de que algunas personas divorciadas fueran capaces de dedicar el resto de su vida a hacer todo tipo de cosas, incluso utilizando la justicia, para hacerles la vida imposibles a sus exparejas". Los resultados, publicados en la revista especializada Acta Psychologica, confirman cuatro cosas que ya sabíamos y una nueva bastante sorprendente. Ahí está la clave.
¿Las que ya sabíamos? Que las personas tan profundamente tóxicas muestran rasgos de la personalidad maquiavélicos, narcisistas, psicópatas y sádicos. Vaya la tétrada oscura, que da lugar a comportamientos de manipulación, engaño, autoobsesión, temeridad y otras lindezas. ¿Y la nueva? La desconexión moral. Al parecer, las personas como tu ex desconectan de la moralidad imperante y construyen un castillo de moralidad propio a partir del cual comportarse como necesitan comportarse para saciar el resto de rasgos.
Justifican sus actos
Así lo explica el propio Díaz: "La inclusión de la desvinculación moral se debe a las investigaciones de mi equipo, ya que cualquier persona que sea capaz de realizar acciones crueles y claramente antisociales necesita buscar una serie de justificaciones morales que le permitan pensar que su forma de actuar es la correcta". O dicho con otras palabras: estas malas personas que continúan tratando de dañar incluso cuando la relación ha acabado necesitan engañarse a sí mismas. No pueden verse como los malos de la peli.
Además del acoso postruptura, y según apunta el autor de la investigación en el paper de la misma, las personas que suman esa tétrada oscura más la desconexión moral suelen tener otros comportamientos típicos como el cambio frecuente de pareja, la duración excepcionalmente breve de sus relaciones, el engaño, la infidelidad y la búsqueda constante de nuevas emociones y experiencias a través de las relaciones sexuales. Saber todo esto no cambia el infierno que viviste o vives, pero entender la situación puede empoderarte para defenderte.