Las citas suelen ser territorio fértil para los malentendidos, las confusiones y, sí, en algunos casos y debido a personas emocionalmente muy poco responsables, las estafas. Ya sabes de lo que hablamos: cuando esa otra persona parece ir de un palo pero resulta estar manipulándote simplemente para tener sexo y te quedas con cara de idiota preguntándote qué necesidad había de mentir. Al fin y al cabo, buscar solo sexo está bien y hay millones de personas deseando eso mismo. ¿Por qué no ir de cara? Eso es lo que propone la nueva corriente de citas conocida como hardballing, mucho más saludable que cualquier otra.
Sinceridad ante todo
La idea, cuentan en un artículo de la BBC, es bastante sencilla: "sé sincero y explica tus intenciones y expectativas de inmediato, incluso antes de la primera cita". No es necesario esperar varias quedadas hasta ver si la otra persona se encariña para decirle que tú no estás en el mood relación en este momento de tu vida. Y tampoco hace falta descubrir si te gusta lo suficiente para decirle que sí estás en ese mood. En esencia, y con independencia de la persona, tú sabes en qué punto estás. Y lo más responsable, lo más humano, lo más saludable, es ser completamente clarx y transparente desde el segundo número uno. Máscaras fuera.
¿Imaginas cuántos disgustos te habrías ahorrado si el hardballing hubiera sido la norma durante toda tu vida? ¿Imaginas cuántas heridas habrías dejado de causar? Por supuesto, y como argumenta en este mismo medio británico la experta en relaciones Lakshmi Rengarajan, "hay mucho gris en el mundo, por lo que no todo tiene que ser necesariamente blanco o negro". En ese sentido, añade, la práctica del hardballing tiene que ir acompañada de cierta flexibilidad. No siempre tienes claro si estás buscando un polvo, un rollo sostenido pero casual o una relación con todas sus letras. Pero comunícalo. Expresa esa duda.
Honestidad pero con empatía
De lo contrario, estarías aprovechándote de los vacíos legales y podrías proyectar una sensación de seguridad hacia alguna de las opciones que no se corresponde con tu realidad mental, mucho más cercana al caos. Seguro que te gustaría que, desde un principio, esa otra persona con la que has estado whatsapeando varios días sin descanso te diga que se encuentra en un limbo de intenciones. Porque, a estas alturas, seguro que ya te has encontrado con mucha gente así y tienes claro si sabes moverte en ese territorio de incertidumbre o si por el contrario no es para ti. El mundo sería más bonito con full honestidad.
Es más, Rengarajan explicita que, efectivamente, la proliferación del hardballing resulta especialmente beneficioso para las personas con temor a la incertidumbre. En sus propias palabras, "es una forma de protegerse, lo cual tiene mucho sentido" en una época marcada por el ghosting, el ghosting inverso y el breadcumbring. Y para quienes se mueven como pez en el agua en estos territorios indecisos, nada cambia con el hardballing: hablar de que no saben lo que quieren y de que están bien no sabiéndolo no estropeará la experiencia. Comunicar nunca empeora las cosas. Es de las pocas certezas con las que puedes contar.