El amor basado en la pasión resulta muy estimulante. Es como si estuvieses poseídx y te fuese imposible no sentirte emocionadx, embriagadx y contentx. El deseo está muy presente. Pero muy presente. Y la otra persona te parece prácticamente perfecta. Sin embargo, y como explica la experta en relaciones Jourdan Travers en un artículo para Psychology Today, es un tipo de amor mucho más inestable que el llamado amor de compañía, según ella la variedad de amor más duradera y sólida y “firmemente arraigado en la estabilidad, las experiencias compartidas, el respeto mutuo y la comprensión profunda”. Es una conexión menos intensa pero bastante más auténtica y resistente.
Una conexión que te beneficia de múltiples maneras diferentes. En primer lugar, escribe Travers, “la estabilidad en las relaciones es una fuente de apoyo emocional que te ayuda a conectarte a tierra durante los momentos difíciles, fomentando la resiliencia y los mecanismos de afrontamiento que te permiten navegar por los obstáculos de la vida”. En segundo lugar, este tipo de conexión romántica es tan profunda que alcanzáis un nivel de intimidad imposible en el amor pasional. Por último, en una relación basada en el amor de compañía “es más probable que busques el crecimiento personal y el autodescubrimiento sabiendo que tienes a un compañerx firme a tu lado”.
El problema es que muchísimas parejas son incapaces de transitar el camino que va del amor pasional al amor de compañía. Se resisten a dar el paso. No quieren renunciar a la locura hormonal del principio. Un error. Al fin y al cabo, ese tipo de amor es necesariamente temporal. Para facilitar el paso de uno a otro, Travers recomienda dos actitudes, la primera de las cuales consiste en tratar a tu pareja como a un amigo: pasa tiempo de calidad haciendo cosas que os gustan a ambxs, comunícate con confianza, maximiza los momentos de risa y apóyale en todo lo que se proponga. Pero sin olvidar que es tu pareja. Es importante también mantener encendida la llama.
La segunda actitud es sencilla: cultiva tus amistades más allá de tu relación romántica. Puede parecerte algo ajeno, pero la realidad es que tener una red de apoyo fuerte favorece la superación de conflictos dentro de la pareja, lo que a su vez fortalece la amistad interna de la misma y promueve ese amor de compañía que, a diferencia del amor pasional, sí puede durar toda una vida. Y hay otra diferencia: el amor pasional se sostiene solo, el amor de compañía requiere “un esfuerzo continuo y un compromiso para nutrir la relación”. Debes ser paciente, invertir el tiempo necesario en el vínculo y estar dispuestx a una evolución casi constante. Merecerá la pena.