Qué debes tener en cuenta si estás pensando mudarte con tu pareja

Estás sonriendo. Mientras os miráis directamente a los ojos, tú sonríes. Hay un huracán en tu pecho de ansia y alegría, es el deseo de la novedad encendiéndose dentro de tu cuerpo. Después del dichoso y casi reglamentario tiempo que lleváis juntos, os habéis planteado la idea de vivir juntxs. Y de ahí a estar empaquetando cosas pues no hay muchos pasos. Ya lleváis varios meses sin despegaros, tú en su piso y él o ella en el tuyo. Habéis ido a comprar al súper muchas veces o te ha acompañado a Ikea y habéis probado esas mini casas de ensueño que jamás se parecerán a la que tendréis pero no os importa porque estáis juntxs y eso es lo único que vale. Justamente antes de dar el paso definitivo habría que tener en cuenta una serie de puntos para que el cambio no condene vuestra relaón.

Entendemos que puede ser complicado buscar un hogar nuevo, un piso de alquiler en el que no estéis viviendo ningunx de lxs dos. Aunque sea difícil, este paso puede ser una de las claves ya que, de lo contrario, el proceso de adaptación podría llegar a arruinar la convivencia. Unx de lxs dos podría sentirse invadidx, lo que daría lugar a frases como 'estoy acostumbradx a hacerlo de esta manera' u otros momentos más incómodos que pueden dar lugar a discusiones. En el caso de que sea imposible empezar en un espacio neutro es necesario que ambas personas sean no solo flexibles sino también muy pacientes.

Antes de vivir en el mismo hogar el dinero en pareja era, solamente, un tema que se planteaba en momentos de ocio. Por ejemplo para salir fuera a comer o en caso de salir de viaje. Cuando dos personas pasan a vivir en un mismo espacio deberán ocuparse de los gastos comunes: facturas y alquiler, entre otros. Si no lo planteáis de una forma cómoda y comunicativa, el dinero puede convertirse en un tema delicado. Antes de la mudanza habría que realizar un acuerdo verbal para que ambxs estéis conformes. El combo ideal es simplificar y estructurar. Lo mismo sucede con el orden y la limpieza. Hablar y y tener una conclusión conjunta hará que este tema no se transforme en un problema en el futuro próximo.

Incluso las parejas que más se entienden y que son más sanas tienen momentos en los que no estarán de acuerdo. Si os mudáis juntos, no tendréis la opción de que cada unx se vaya a su casa para que la situación se relaje. Ante este aviso lo ideal es ir concienciadx y tener en cuenta que debe haber un espacio dentro del hogar en el que podáis estar medianamente separadxs. Si esto no es posible también sería necesario que habléis previamente sobre el tema. Es cierto que hay asuntos que no se pueden prevenir pero tener cierta conciencia de que es algo que sucederá, os ayudará a que, cuando pase, sea menos tomentoso. Es importante aprender a estar atentx a las reacciones emocionales de la otra persona.

Imagínate que has tenido un día horrible, que te ha ido mal en el trabajo, que se te ha roto la pantalla del móvil y que todo te molesta. Imagínate que en ese contexto lo único que deseas es llegar a tu casa y poder descargarte con tu pareja, que te ayude a filtrar este mal humor y que te eche un cable para cambiar esta mala vibración que tienes adherida a tu piel. Imagínate que llegas a tu casa y la otra persona está igual o peor que tú y que, además, estaba esperando que llegaras para poder descargarse contigo y que le ayudaras. Ahora sois como dos rocas incompatibles y querréis huir. No pasa nada. Es normal. Justamente por ello es muy importante que mantengáis vuestras propias relaciones de amistad fuera del hogar: para hacer frente a este tipo de situaciones que podrán ser insostenibles. Ante esto también será necesario que ambxs tengáis actividades diarias que podáis hacer por separado. El tiempo con unx mismx no debe perderse.

Aunque lo imprescindible es conocerse bien antes de mudarse con otro ser humano, seamos sincerxs, no siempre nos conocemos del todo. Si sabes o tienes cierta idea de cuáles son tus manías, estaría bien hablar de ellas antes de ir a vivir con la otra persona. Intentar ser sincerx y decir 'es posible que esta o aquella cosa me moleste en algún momento'. Aprenderás muchísimas cosas de ti mismx cuando vayas a vivir con alguien diferente y también podrás conocer a fondo a tu pareja. Seguramente verás cosas que no te gustarán e, incluso, habrá instantes en que te preguntes '¿qué me atrajo de esta persona?' Todas estas sensaciones son más que normales y, aunque la convivencia será un viaje lleno de momentos positivos y momentos negativos, será todo un aprendizaje.