Cómo conectar con personas muy distintas a ti

No puedes ser amigx de todo el mundo, pero puedes encontrar puntos de encuentro para no andar detestando a nadie

No quieres tener absolutamente nada que ver con esa persona. Y es comprensible: no soportas sus ideas del mundo, de la economía, de la política o de la sociedad. Es más, te repugnan. Algo dentro de ti te dice que eso es insalvable, que nunca podrías desarrollar una conexión con alguien así. Y es una sensación que tienes cada vez más a menudo. No es culpa tuya. O al menos no enteramente. Porque los algoritmos digitales están diseñados para polarizar aún más los puntos de vista. Día tras día encuentras más dificultades para vincularte a personas que aparentemente son muy diferentes a ti. Pero eso tiene solución.

Buscar las similitudes

En primer lugar, y como cuenta la experta en comportamiento humano Beverly D. Flaxington en un artículo para Psychology Today, modificando tu enfoque: debes atender a aquellas cosas que compartís, en lugar de prestar atención automáticamente a aquello que os distancia. "Cuando te enfocas en lo que es diferente, lo que no te gusta de otra persona, las divisiones evidentes se convierten en la historia. Cuanto más te cuentes esta historia, más real se vuelve y menos capaz eres de encontrar similitudes. Pero estas siempre existen". No es sencillo cambiar esta actitud. Nada sencillo. Y sin embargo es lo correcto.

En segundo lugar, considera una verdad muchas veces ignorada: las personas son multifacéticas. Aunque, por sus ideas políticas o sus ideas acerca del amor, tengas la tentación de encuadrarla en una categoría fija y bien definida de personas, lo cierto es que esa persona es completamente única. En palabras de Flaxington, "la próxima vez que te encuentres con alguien y creas que eres muy diferente y que posiblemente no podrías encontrar puntos en común con esa persona, considera si sabes todo lo que hay que saber sobre ellos", ya que las personas tienen múltiples capas". Podrías llevarte un sorpresón.

Cambia la perspectiva

Y en tercer y último lugar, y siempre según esta especialista, cuestiona tus propios filtros. Lo creas o no, tu cerebro está armado con un montón de filtros a partir de los cuales determinas si una persona es buena o es mala. Y esos filtros son subjetivos. Eso no implica que sean erróneos, pero ir por la vida pensando que se tiene una verdad absoluta es un escollo para conectar con otras personas y evolucionar. Debes ser humilde y estar abiertx a otras verdades, incluso aunque no te molen. Con las personas que piensan como tú te sientes la mar de agusto, pero con las que piensan diferente puedes aprender un montón.

Adoptar estas nuevas dinámicas enriquecerá tus relaciones. O, como mínimo, te evitará acumular una cantidad absurda de energía en detestar a otros seres humanos, en contrariarlos airadamente y en rechazarlos. Como señala Flaxington, "no es que te tenga que gustar todo el mundo, no se trata de unir los brazos y hacer que todos sean tus amigos". Eso es absurdo. En su lugar, "se trata de ahorrar tu preciosa energía y no desperdiciarla". De invertirla en tender puentes hacia los demás. Así podrás vivir una vida más armoniosa, más tranquila y más productiva. Ver enemigos en todos lados no es una manera bonita de estar en el mundo.