Todxs hemos vivido relaciones basadas en las migajas, en que la otra persona apenas nos presta atención y nos hace estar enganchadxs a la adrenalina de esperar a que te dé atención. También lo opuesto, aquellas personas absorbentes que están siempre encima y no te dejan respirar. Y es en el medio donde se encuentra el amor sanador, que te ayuda a curar las heridas emocionales y te da bienestar. Es el que todos deseamos, o deberíamos, y te explicamos cómo identificarlo.
Recientemente, un artículo de La Mente es Maravillosa lo explica. Cuenta que son aquellos que te irradian de sentimientos de confianza y de optimismo en una relación con una dinámica que te lleva a crecer y a querer ser mejor. ¿Tu pareja está de viaje y no te quedas obsesionadx en si estará con otrx? ¿Cuando llega después de unos días fuera sentís los dos una gran alegría? Probablemente estés ante una relación sanadora.
Después de unos meses sintiéndote como un trapo por aquella persona que no acababa de dar el paso por ti, o de sentirte sin interés por aquella persona con la que te estabas viendo, de repente hay un amor con el que estás tranquilx. Puede ser que no sientas tanta pasión en el inicio, porque son amores que van de menos a más y que se basan en la intimidad y el cuidado mutuo. Pero tienes que estar preparadx y predispuestx a abrazarlos.
Hay varios puntos clave en los amores sanadores. El primero es que no debe acentuar tus heridas, carencias o inseguridades, sino más bien atenuarlas y acompañarlas, que tampoco significa curarlas del todo. De hecho, en este sentido va otra de las claves: hacerse cargo de unx mismx.
Para tener un amor sanador, es necesario saber que no todo se puede dejar en manos del amor. O sea, tus problemas son tus problemas, te tienes que hacer cargo, y tu felicidad se nutre de muchas cosas. Si depositas sobre un amor todas tus expectativas de felicidad o crees que será tu pareja quien resolverá todos tus problemas, seguramente no será un amor sanador.
En verdad, más que una definición exacta, un amor sanador se identifica cuando se vive. Percibes que tu pareja también es una de tus mejores amistades, que te escucha y te da apoyo en los momentos difíciles pero te expresa sus sentimientos con honestidad incluso aunque sean difíciles para ti. Te hace sentir cómodx también para compartir tus sentimientos y valoraciones, le echas de menos cuando no está pero no de una manera obsesiva, te alegras cuando lo ves pero no con ese chute de adrenalina propia de un amor pasional que sabes que será pasajero.