La emofilia es una fuerte tendencia a enamorarse rápidamente. Pero eso no significa que todas las personas que acostumbran a saltar de pareja en pareja sea emofílicos. Como explica el investigador en sexualidad del Instituto Kinsey de los Estados Unidos Justin Lehmiller en un artículo para el medio Psychology Today, "las personas con estilos de apego ansioso también entran en relaciones rápidamente", pero "motivadas por la inhibición o la evitación de un estado emocional negativo, especialmente miedo y ansiedad". Por contra, "lo que atrae a alguien con emofilia al amor es el hecho de que esos sentimientos son gratificantes".
No está tratando de huir de nada. Simplemente sienten una filia muy desmedida por las sensaciones que el amor produce en sus mentes. Algo que el propio Lehmiller cataloga como promiscuidad emocional. En principio, podríamos pensar, no hay nada malo en enamorarse cada veinte minutos. Muchos están locos por el cine, otros por los videojuegos y otros por el amor. ¿Qué mas da? Pues en realidad da mucho porque, tal y como señala este especialista, la emofilia tiene un lado oscuro bastante peligroso: nos hace propensos a ignorar las banderas rojas de la relación y a enamorarnos de los tipos equivocados de parejas.
Hasta tal punto que, según varias investigaciones científicas recientes, dice Lehmiller, esta filia por el amor "está vinculada a las variables de personalidad de la Tríada Oscura del maquiavelismo, la psicopatía y el narcisismo", rasgos todos ellos unidos por una tendencia a participar en comportamientos antisociales como ser insensible y manipulador. La razón es muy sencilla. No son rasgos que podamos percibir de forma inmediata. Necesitamos tiempo para desenmascarar a las personas insensibles y manipuladoras. Esto, para los promiscuos del amor, que se enamoran tan rápidamente, resulta más complicado.
Aunque la relación entre los emofílicos y las personas con rasgos maquiavélicos, psicópatas o narcicistas no refiere simplemente a la dificultad de los primeros para desenmascar a los segundos. ¿Cómo te quedarías si te contáramos que los promiscuos del amor incluso se siente más atraídas por estas personalidades tóxicas y perniciosas? Porque eso es lo que reveló esta investigación publicada en la revista Plos One. En concreto, dice Lehmiller, "los investigadores encontraron que las personas que obtuvieron un puntaje alto en emofilia informaron que su pareja ideal sería más alta en los tres rasgos de la Tríada Oscura".
En definitiva, y aunque enamorarse perdidamente a las primeras de cambio puede ser una auténtica bomba de emociones gratificantes, también puede ser una amenaza para nuestra estabilidad emocional. Explicado en palabras de un profesional, "esto no quiere decir que la emofilia en sí sea inherentemente una cosa mala, solo que podría crear una vulnerablilidad única que puede ser aprovechada por los narcicistas y otros manipuladores". ¿La solución? Trabajar la autoconsciencia y, como medida de seguridad, confiar en aquellas opiniones provenientes de personas de confianza sobre las personas de las que nos enamoramos.