4 hábitos sencillos que definen a las parejas felices

Estar enamorados durante años es más fácil de lo que te han dicho: diálogo, risas, compañerismo y aceptación

Es evidente que estar en pareja es un currazo, pero al mismo tiempo no puede ser tan complicado como para que te cueste un esfuerzo que no te explicas. Si cuando ves una pareja feliz te preguntas cómo lo hacen, tal vez es que la tuya no es lo que necesitas. Sin embargo, hay un checklist que puedes revisar para ver si vas por buen camino.

Habláis

No hay nada más triste que ir a un restaurante y ver a una pareja cenando en silencio. Claro que hay momentos en los que no hace falta hablar, pero en general, estar en una relación es estar con alguien que te estimular contarle cosas y hacerle preguntas, que podéis debatir sobre temas sin enfrentaros, que os podéis escuchar cuando necesitáis tomar una decisión importante. Hablar y prestar atención es una bonita y alegre forma de cuidado básica para cualquier relación fuerte.

Os reís

Igual que la conversación, el humor, la diversión y la risa es un must de cualquier relación. No hace falta que hagáis el mismo tipo de chistes, pero tenéis que ser capaces de encontrar un plan que os divierta a ambos en pocos minutos. Si no, mal va la cosa. Estamos en una relación para los malos momentos pero también, y sobre todo, para compartir los buenos.

Los detalles

¿Tiene algún capricho? ¿Alguna manía? ¿Celebráis cosas porque sí? ¿Celebráis las fechas importantes? En las parejas, igual que en la vida, no es solo ser, sino parecer. Por eso es tan importante mantener un cierto nivel de ceremonia aunque pasen los años. Tanto en los momentos de rituales como en los más inesperados y, sobre todo, en el día a día, tenéis que ser detallistas el uno con el otro.

La comodidad

Un poco a modo de risa, a veces las parejas que llevan mucho tiempo juntas se definen como “un zapato viejo”. Esto es solo por la comodidad y no por el aspecto. Se trata de alguien que conoce tus mañas y tus puntos fuertes, pero cuidado. Los zapatos viejos acaban agujereándose. Es mejor que tu pareja sea como una buena deportiva: adaptable y resistente y, sobre todo, suave, pero nunca demasiado cedida.