La fecha aproximada en la que tus ancestros sapiens comenzaron a domesticar a los temibles lobos para dar lugar a los adorables perritos no está clara: algunas fuentes hablan de hace 33.000 años, otras de 20.000 años y otras de hace 16.000 años. En cualquier caso, llevan tantísimo tiempo a nuestro lado y, sobre todo, siendo sometidos a cruces genéticos caprichosos, que hemos multiplicado su diversidad hasta alcanzar en la actualidad las 354 razas según datos de la Federación Cinológica Internacional. De todas ellas, afirman en un artículo de El Confidencial, hay dos que lxs veterinarixs no quieren tener bajo ningún concepto: bulldog y husky. Y no por una cuestión egoísta precisamente.
En realidad, y como explican los profesionales de una clínica veterinaria mexicana en TikTok, es por una cuestión de empatía. Los bulldogs, la raza de perro más característica de los dibujos animados y una monada a la vista, son el resultado de una selección genética humana pensada para el disfrute humano. Sus características no les permiten vivir una vida tranquila y saludable. “En concreto, una de las más reconocidas es su dificultad para respirar”, además de una tendencia brutal a padecer alergias como consecuencia de los pliegues de su piel. Y aún peor: en palabras de una veterinaria, “los bulldogs casi siempre necesitan más de una cirugía en su vida”. Sufren demasiado.
La salud: su pilar más débil
A todo ello hay que sumarle que son criaturas que no pueden parir naturalmente, que tienen muchísimas enfermedades congénitas como la estenosis pilórica o las afecciones cardíacas y que desarrollan muy habitualmente problemas en los ojos y en la columna que les incapacita para moverse con normalidad. Tal es su deficiencia genética que, según un informe publicado en la revista científica Plos One, “algunos veterinarios consideran que los bulldogs, los bulldogs franceses y los pugs tienen la salud y el bienestar demasiado comprometidos como para seguir reproduciéndose”. Aunque pueda resultar duro, lo más amable sería dejar que estas razas de canes se extinguieran.
Por su parte, el husky sufre no debido a una herencia genética defectuosa, sino a que son frecuentemente introducidos en hábitats que no le vienen nada bien. “Atendiendo a su propio nombre, husky siberiano, estos perros fueron creados en Siberia por la tribu Chukchi a partir de lobos salvajes para tirar de los trineos durante las partidas de caza, hacer de vehículos de transporte y mantener calientes a los niños”. Y por eso el clima de un país como España le sienta como el culo: son muy vulnerables a los golpes de calor. En este sentido, y a menos que vivas en Islandia o Canadá, lo mejor es que escojas especies mejor adaptadas a tu entorno. Eres responsable de su bienestar.