5 mitos muy injustos y dañinos sobre los gatos

No son animales de fácil mantenimiento. Es lo que te dices para no tener que ocuparte de verdad de ellos

Los mitos siempre hacen daño. De una manera u otra. Y alrededor de los gatos, cuenta la bióloga Mary Bates, flotan una barbaridad de ellos, “suposiciones y creencias incorrectas sobre sus necesidades y comportamientos que pueden tener graves consecuencias para su bienestar y que pueden socavar el vínculo entre humanos y animales”. Uno de ellos, probablemente el más extendido, y que surge de la comparación con los perros, es que los gatos requieren una interacción social mínima con las personas. Claro, como no mueven la cola como locos, no dan brincos cada vez que te ven ni se mean encima después de dos días lejos de ti, parece que le importas una puta mierda. Y no es así.

De hecho, y según Bates, “un número cada vez mayor de estudios demuestra que los gatos tienen la capacidad de formar fuertes vínculos con los humanos”. Hasta tal punto que sincronizan su parpadeo con el tuyo. Es su manera de ajustarse a ti. Y muy cercano a este mito hay otro que dice que los gatos no son sociables entre sí. Sí, hay gatos que se estresan en compañía de un semejante, pero es parte de su personalidad y hay muchísimos otros que se benefician de la compañía de otro gato. En este sentido, esta bióloga recomienda estudiar las necesidades y los deseos de interacción social de tu gato para determinar si le conviene permanecer solo todo el rato o no. No des nada por hecho.

Ni siquiera que tu gato esté bien en casa 24/7. Porque no es así. En palabras de Bates, “muchos dueños presuponen que sus gatos no necesitan interactuar con estímulos novedosos, pero la creciente evidencia científica sugiere que puede beneficiar su comportamiento social y su desarrollo cognitivo”. La comodidad y la seguridad están bien, y todos los animales, incluidos los seres humanos, las valoramos, pero la carencia absoluta de novedades conduce al aburrimiento y al atrofiamiento. A tu gato no le vendría mal ir al parque para tocar hierba, ver a otros animales y ser un poco testigo de la vida. No hay motivo para sacar al perro pero encerrar al gato por siempre.

Por último, aunque conectado con esto, está el mito de que los gatos son animales que requieren poco mantenimiento. Los tienes ahí en la casa sueltos y listo: ellos se apañan solos. En realidad, y como hemos venido diciendo, tu gato necesita socializar contigo, socializar con otro gato en ocasiones y participar del mundo. Además, y entre otras cosas, apunta Bates, debes ofrecerles lugares seguros, escondites, recursos para rascarse y dormir, oportunidades de juego que imiten sus comportamientos depredadores naturales y un entorno que tenga en cuenta la importancia del olfato. Es hora de dejar de verlos como floreros que se mueven. Preocúpate por él de verdad.