Llega el #MeQueer, el #MeToo de la comunidad LGTBI

Las redes se impregnaron de sororidad queer y denuncias contra la LGTBIfobia bajo el hashtag #MeQueer

En octubre de 2017 las redes se llenaron de mujeres describiendo los abusos y violencia machista que habían recibido a lo largo de los años. Una ola de solidaridad, sororidad y denuncia que destapó el silencio que envolvía estos abusos y empoderó a centenares de mujeres. Pero la violencia patriarcal también afecta a otras comunidades, como la LGTBI. Mientras las mujeres iban haciéndose fuerte a golpe de denuncia, el silencio del colectivo queer cada vez iba haciéndose más insostenible, hasta que este agosto estalló con la forma del hashtag el silencio que envolvía estos abusos, el #MeToo de la comunidad LGTBI.

El movimiento lo empezó el alemán Hartmut Schrewe con un tweet que decía: "Mi marido es mi marido y no mi compañero. Cuando terminará esto #MeQueer". Rápidamente se sumaron al hashtag otras muchas personas, denunciando la homofobia cotidiana que tienen que sufrir: no poderse besar por la calle, no salir del armario con tus abuelos “para que no sufran”, evitar darse la mano para que no te peguen, etc. En pocas horas el hashtag ya era un movimiento que había traspasado las fronteras alemanas y se había abierto al resto del mundo.

En España el hashtag lo viralizó el periodista Rubén Serrano el fin de semana del 25 de agosto, al cual millares de españoles se unieron para eliminar silencios y exponer la dura infancia y adolescencia siendo LGTBI, la violencia diaria y la discriminación social y laboral. El movimiento logró ser Trending Topic, y su popularidad fue tal que hasta políticos como Ada Colau, Carla Antonelli o Miquel Iceta se sumaron. También el Gobierno ha usado sus canales oficiales para apoyar el movimiento, animando a todas las personas LGTBI a usar el #MeQueer.

Gracias a todos estos testimonios, las personas heterosexuales han podido comprender las dificultades y discriminación constante que sufren homosexuales, bisexuales y trans desde que son bien pequeños. Cada uno de estos tweets retrata muchos de los problemas que un heterosexual nunca sufrirá y en los que, probablemente, ha participado como agresor incluso sin darse cuenta. El movimiento #MeQueer no solo sirve para empoderar al colectivo y crear una red de sororidad como la que ha tejido el #MeToo, también está pensado para que los heterosexuales reflexionen sobre su rol activo en la discriminación LGTBI, y así ayuden a combatirla.