Desde que se estrenó el programa Drag Race España, se ha instalado en el imaginario televisivo LGTBI la figura de RuPaul: actor, cantante, modelo, compositor, presentador y productor de ‘RuPaul’s Drag Race’, la versión original de este programa que se hace en diferentes partes del mundo; y por encima de todo, la ‘drag queen’ que más lo ha petado en Estados Unidos. Pero, ¿quién es exactamente RuPaul y cómo ha acabado convirtiéndose en un icono LGTBI tan necesario?
La historia de RuPaul Andre Charles 1960, San Diego es una historia de superación si tenemos en cuenta que no lo tuvo nada fácil en sus comienzos. El divorcio de sus padres se sumó al hecho de que, ya de muy pequeño, se dio cuenta de que era homosexual en un tiempo muy difícil para ser LGTBI. Como contó Rupaul en el podcast AwardsChatter de The Hollywood Reporter: “De niño siempre me disfrazaba de todo. Usaba cualquier cosa que tenía a mi alrededor para expresarme como ser humano”, y eso era algo que su madre y sus hermanas veían con buenos ojos.
A ellas no les importaba que con cuatro años, a veces, eligiera ponerse zapatos o vestidos de mujer, pero en el colegio la cosa sería muy diferente. De acuerdo con Vanity Fair, fue señalado, menospreciado y víctima de bullying por ser ‘diferente’, y a sus 10 años, no vio más salida que evadirse de todo eso consumiendo drogas y bebiendo.
Nadie debería tener que pasar nunca por un dolor así, y aun menos a tan corta edad, pero afortunadamente, en 1975, una mudanza a Atlanta con su hermana mayor le apartó de esa vida de excesos que le habría acabado destruyendo. Empezó a estudiar en una escuela de interpretación y, por fin, pasó: “Conocí los míos, a los irreverentes. Con 15 años hice un pacto conmigo mismo. Si iba a vivir esta vida, lo iba a hacer en mis propios términos, incluso si estos requerían hacerle un corte de manga a la sociedad”, agregó en el mismo podcast al hablar de un instante en el que empezó en fraguarse como artista.
Aunque lo fuerte llegó unos años después, cuando hizo de Nueva York su nueva casa y comenzó a actuar en clubes nocturnos underground. Casi no podía llegar a fin de mes, pero su esfuerzo terminaría valiendo la pena. En 1989 hizo su primera aparición notoria, de esas que suenan de punta a punta del país en el videoclip de la canción ‘Love Shack’ y, además, ese mismo año fue nombrado Reina de Manhattan.
Por fin lo había conseguido y había llegado para quedarse. A partir de entonces, se escucharían grandes temas suyos, como ‘Don’t go breaking my heart’, cantado con Elton John; se le vería en la MTV y en más de 50 series y películas, en el Paseo de la fama de Hollywood, convirtiéndose, según Vogue, en la primera drag queen en ocupar este lugar y, como no, en ‘RuPaul’s Drag Race’, programa por el que ha sido galardonado con 19 Emmy’s. Ya son 12 temporadas desafiando los roles tradiciones de género, 12 temporadas recordando que la diversidad existe y 12 temporadas defendiendo la libertad y el valor de ser uno mismx. Gracias por tanto Rupaul.