TikTok y la celebración del ‘full bush in a bikini’: un trend que desafía las normas sociales sobre depilarse

Después de reivindicar las axilas sin depilar, viene el momento de romper el tabú del pelo púbico y las ingles

En los últimos años, TikTok ha sido el escenario de una revolución tras otra, y una de las más recientes podría ser también una de las más poderosas: la celebración del “full bush” o vello púbico sin depilar. Impulsada por influencers como Sujindah, esta tendencia ha capturado la atención de millones de jóvenes, desafiando normas sociales profundamente arraigadas y promoviendo una perspectiva más inclusiva y saludable hacia los cuerpos.

El video de Sujindah, que actualmente cuenta con 1.4 millones de likes y 12.6 millones de reproducciones, fue el detonante de esta conversación. En él, relata cómo una reseña en Etsy, que incluía una foto de una mujer usando un bikini sin depilarse, le sirvió como una llamada de atención. “Así debería ser. Así es como debería ser”, afirma. Y no está sola; miles de usuarios han compartido sus historias de cómo están a favor de esta idea.

Orígenes del movimiento en redes sociales

La posición pro púber no ha surgido de la nada. Durante la última década, hemos visto cómo otras partes del cuerpo, como las axilas, han sido el centro de movimientos similares que buscan normalizar el vello corporal en las mujeres. Desde celebridades que posan con sus axilas sin depilar en portadas de revistas —como nuestra querida Amaia— hasta movimientos como #ArmpitHairDontCare en redes sociales, cada vez más personas desafían las normas culturales que dictan que las mujeres deben removerse el vello.

La popularidad de estas tendencias refleja un cambio cultural más amplio, en el que las nuevas generaciones cuestionan los estándares de belleza tradicionales. Tanto en las axilas como en el área del bikini, la narrativa es clara: el vello corporal no es algo que deba ocultarse o eliminarse para ser aceptado.

Sin embargo, estas iniciativas también enfrentan resistencia. Muchas personas todavía consideran que la falta de depilación es “descuidada” o “antihigiénica”. Esto pone de manifiesto cómo las normas culturales y los prejuicios continúan moldeando nuestras percepciones sobre lo que es “apropiado”.

Contrario a lo que muchos creen, el vello púbico no es antihigiénico. De hecho, cumple funciones protectoras clave. Al igual que las pestañas o el vello nasal, el pelo púbico ayuda a atrapar suciedad, sudor y microorganismos que podrían causar infecciones. Además, los folículos pilosos producen sebo, una sustancia que impide la reproducción de bacterias. Según un estudio de 2016, las personas con vello púbico tienen un menor riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual. Esto se debe a que las pequeñas heridas causadas por la depilación pueden facilitar la entrada de patógenos.

Aunque muchos consideran que depilarse o no es una elección personal, esta decisión está profundamente influenciada por normas sociales y culturales. Como explica Rebecca M. Herzig en su libro Plucked: A History of Hair Removal, la obsesión por la depilación femenina en Estados Unidos tiene raíces en el racismo y el control sobre los cuerpos femeninos. Durante los siglos XIX y XX, la falta de vello se asoció con un ideal de “progreso racial” y superioridad.

Este estándar, que glorifica la femineidad blanca y sin vello, persiste en la actualidad, perpetuado por industrias que se benefician de nuestra inseguridad corporal. Las mujeres que se ajustan a este ideal son recompensadas socialmente, mientras que las que lo desafían a menudo enfrentan críticas.