Las Olimpiadas de París están a la vuelta de la esquina y muchos países ya han empezado a mostrar sus equipaciones oficiales. Y la de Estados Unidos se ha viralizado en redes. Pero no precisamente porque sea muy aesthetic. El diseño del uniforme del equipo de atletismo del país, que ha sido diseñado por Nike, es marcadamente diferente entre hombres y mujeres.
Los hombres: incluyen un culotte-pantalones cortos. Las mujeres: un body-culotte que mucha confianza tienes que tener tú en el trozo de tela que tapa toda la zona del pubis. ¿Sexismo en la vestimenta? Pinta que sí. Porque al ver esos trajes obviamente las preguntas que vienen a la cabeza son: ¿Quién ha diseñado esto y ha pensado que sería cómodo y se aguantaría en el sitio todo el rato? ¿Por qué las mujeres tienen que ir enseñando las ingles y los hombres no?
Obviamente, esto generó una marea de críticas entre los usuarios de Twitter y las mismas atletas. Lauren Fleshman, campeona en 5.000 metros en años anteriores, expresó su descontento diciendo que este tipo de uniforme exige demasiada atención hacia el pubis, distrayendo a las atletas de su rendimiento. Fleshman aseguró que se trata de una falta de respeto hacia las deportistas y cuestiona si realmente esto puede jugarles a la contra a la hora de competir.
La atleta olímpica estadounidense Colleen Quigley también criticó el uniforme de Nike. Igual que su compañera, denunció que ese uniforme no es cómodo y que todas las atletas merecen tener un traje que les brinde comodidad y confianza, sin tener que preocuparse por aspectos como la visibilidad de su anatomía. Estas críticas se enfocan en la importancia de que los uniformes deportivos sean diseñados pensando en el bienestar y el rendimiento de las atletas, sin imponer estándares estéticos o provocar distracciones innecesarias.
Ante la oleada de críticas, Nike y USA Track & Field han defendido los uniformes, destacando que se ofrecen diversas opciones y que los atletas pueden elegir lo que les resulte más cómodo.
Por desgracia, el caso de Nike con el uniforme de las atletas norteamericanas se suma a la larga historia de la sexualización de las deportistas dentro del mundo olímpico. En otras categorías como el balonmano siguen existiendo “tradiciones” como el hecho que los hombres jueguen con camiseta y pantalón, y las mujeres con top y bikini diminuto. Esto ya generó controversia en las Olimpiadas del 2020 cuando las jugadoras noruegas se negaron a vestir el bikini como parte de abajo.