Lo escuchas tantas veces a la semana que sientes que se te va a salir por las orejas. Que si micromachismo, que si desigualdad de género, que si heteropatriarcado. Tú que hasta hace un par de años habías vivido tranquilamente sin meterte en estos temas. Pero oye, que tú eres una mujer "hecha y derecha" a quien nadie le dice lo que tiene que hacer, ¿eh? Lo que pasa es que ahora hay un puñado de revoltosas que quieren hablar por ti y hacen que parezca que los hombres son el problema, cuando hay muchos maravillosos, como tu Jose. Quizás seas tú ese Jose, caballero en un corcel blanco que nunca ha matado una mosca y se sabe de memoria lo del "no es no", que dice que cómo no va a querer igualdad si tiene tres hermanas, pero es que hay que ver como lo exageran todo estas heteropatriarcado, que no hay para tanto, que qué resentidas.
Si te sientes identificad@ con el párrafo anterior, no has entendido absolutamente nada de lo que está pasando. O bien te has saturado antes de tiempo, o tampoco tienes muy claro en qué consiste el feminismo. Pero sigue leyendo. Todo cambio social es incómodo y no a todos les va a gustar. Supurarán heridas, y habrá momentos de hastío. También habrá gente idiota hablando a favor o en contra de la causa. Y, desde luego, a quien menos va a complacer es al grupo que hasta entonces ha salido ganando con la desigualdad. Por eso hablamos de la responsabilidad de los hombres de identificar su privilegio para deconstruirlo, no hablamos de culpabilizar ni de robarle nada a nadie, ni de quitarle a nadie sus derechos, sino precisamente de aumentar libertades y oportunidades. De cambiar entre todos un sistema injusto.
¿Construir o destruir?
Quizás lo que te ralla es la repetición de ideas en medios y redes sociales. Pero recuerda que hay que darle tiempo a todo el mundo para acceder y procesar la información que nos indica que el feminismo no es solo una opción, sino una necesidad. Es por eso que si sientes que "de esto ya se ha hablado", agárrate fuerte porque más que se va a hablar. Faltan décadas y quizás generaciones para que estas ideas se consoliden y los ideales feministas se conviertan en una igualdad de facto. A ver si pensabas que esto iba a ser un "dicho y hecho" de los derechos de las mujeres. Eso no significa que tú tengas que estar pendiente todo el rato de la divulgación de estas ideas, y tampoco tienes que quemar Twitter para ser parte del cambio: seas mujer u hombre, el feminismo se empieza cultivando dentro de ti y en tus relaciones personales, y eso se traducirá en tus decisiones profesionales y políticas. Las redes son solo una manifestación parcial de lo cotidiano.
No tienes que estar de acuerdo con todas las feministas para serlo tú. Cuanto más disruptivo y progresista es un movimiento más divisiones internas suele tener, comparado con algunos frentes conservadores monolíticos. Eso te da la falsa sensación de que es imposible avanzar, pero la verdad es que ya se ha avanzado, y mucho. Si realmente te cruzas con una "feminista" excluyente o autoritaria por imaginarme algo que te ofenda, basta con matizar que no estás de acuerdo con su vía hacia la igualdad. Y si estás quemada, respira hondo y pasa de largo. Recuerda además que tú tienes tu idea del feminismo, pero puede no ser válido para todas las situaciones socioeconómicas, religiones, culturas o identidades. Por eso también es revolucionario saber ceder, interesarse por aprender y respetar los diversos enfoques y ramas de este movimiento, y aceptar que no hay una sola forma de mejorar la situación de las mujeres. Es trabajo de todas y todos debatir, pero también lo es aceptar que, a veces, es sano dejar espacios en gris.
La gracia de romper estructuras de poder es que el edificio del patriarcado se tambalea, y hay a quienes se les cae un trozo de techo encima, incluso siendo mujeres. Lo positivo es que mañana ese techo ya no existirá. Por ejemplo, a much@s les pareció exagerado que quitasen el puesto de ‘azafata-florero’ en la F1 por objetificar a la mujer. Es legítimo que no estés de acuerdo con esa medida en concreto, pero recuerda que es solo una entre decenas de herramientas que se pueden poner en marcha para fomentar la igualdad. Eso no debe llevarte a mandar a la mierda toda una corriente de pensamiento ni a asumir que el feminismo te ataca.
Sin pausa pero sin prisa
También he escuchado voces cuya fuente de "cansancio" es que no se vaya más a saco en soluciones, que se le de tanta importancia a los micromachismos en lugar de centrarnos en las preocupantes cifras de feminicidios. Pero es que ese "en lugar de" no existe, porque puede y debería de haber varios frentes de debate y progreso abiertos a la vez, y nada es irrelevante cuando hablamos de un problema sistémico: todas y todos estamos "desaprendiendo" los estereotipos, los detalles y las convicciones que nos llevan a la brecha salarial, el techo de cristal, la objetización de la mujer, el reparto desigual de tareas en el hogar, las agresiones machistas y un desgraciado etcétera.
Veo gente a mi alrededor que se las da de intelectual progre pero ya se está subiendo al carro de los "cansaditos del discurso feminista", antes regentado sobre todo por machistas y reaccionarios. ¿Tan rápido se os aturden las ideas? Pero, ¿de qué feministas estáis "cansaditos"? ¿De las maestras que día tras día intentan hacer entender a los niños que decir "llorar como una niña" y "pelear como un hombre" no es inocente y tiene consecuencias? ¿De las trabajadoras que compatibilizan como pueden su carrera con la maternidad y se encuentran saturadas, cobrando menos por hacer más? ¿O de las actrices hartas de que se mida su talento por su voluntad o no de enseñar el culo?
Por fin, en los últimos años, se ha extendido en el debate público algo que otras mujeres llevan décadas denunciando: que no basta con ser iguales ante la ley, que queremos ser iguales a la práctica, en el trabajo, en casa y en la política. Esta debate se ha ido gestando y construyendo a base de abrir los ojos, de reflexionar y sobre todo, de no callar. Pido un poco de reflexión, por un lado, a l@s conformistas que lo dan todo ya por hecho. Si no ves la necesidad del cambio y pasas de todo, al menos no nos pongas palos en las ruedas, porque repito el feminismo, en su esencia, no pretende joder a nadie, solo restaurar o inaugurar la justicia entre géneros.
Por otro lado, las que tenemos claro que el feminismo ha llegado para quedarse, deberíamos mostrar un poco de paciencia y pedagogía con quienes se despistan o se confunden. Si queremos un cambio de mentalidad profundo y duradero sabemos que no va a ser de golpe, aunque tiene que ser constante, y que la crítica empieza por una misma. No digo que aguantemos mierda misógina, pero sí que sigamos tendiéndoles la mano a las personas "cansaditas" o indecisas con el feminismo, porque no tenemos otra opción si queremos que todo el mundo acabe convencido de que el objetivo es, precisamente, eliminar la necesidad futura de este constante. Cabreémonos solo lo justo para seguir avanzando, ahora más que nunca. Ánimo.