Toda la vida te han criticado por ser hijo único, pero la ciencia por fin te ampara

Un estudio revela que tienes más capacidad para adaptarte y más motivación que tus amigos que han crecido con hermanos

Granville Stanley Hall fue uno de los psicólogos más importantes del siglo pasado, fundó la Asociación Americana de Psicología y pasará a la Historia por una declaración que ha marcado la vida, aunque no lo sepas, de muchísima gente: "ser hijo único es una enfermedad en si mismo". Puede ser que nunca lo hubieras escuchado, pero indirectamente, seguro que lo tienes bien metido en la cabeza. Si tienes hermanos, sabes que esa gente que ha crecido sola tiene más dificultades para compartir, que son unos consentidos y que no tienen ni idea de vivir en sociedad. Y si no los tienes, has crecido con esa idea tan metida en la cabeza, que ya das por perdido intentar convencer a la gente de que tú también puedes ser buena persona.

Es todo un mito. Por fin sabemos que los hijos únicos tienen sus propias ventajas. Y que, al fin y al cabo, no es tan malo. Lo dicen varios estudios. Por ejemplo, que crecer sin hermanos te da más capacidad de adaptación y más motivación para cumplir tus objetivos. O que, directamente, no incide en si eres extrovertido, maduro, colaborador, autónomo o en tu nivel de autocontrol o liderazgo. Es todo mentira. La psicóloga Ana Aznar, profesora de Psicología de la Universidad de Winchester, escribe en eldiario.es un artículo sobre "El final de un estereotipo", una investigación que acaba de salir en Alemania en base a 2.000 adultos. Hay muchas sorpresas.

Primera. "Esta mayor motivación de los hijos únicos puede explicar por qué tienden a cursar más años de formación académica y a ocupar puestos laborales de mayor prestigio que las personas con hermanos", aporta la experta. ¿Qué es lo que sí parece demostrado? Que los hijos únicos son más inteligentes, al menos durante los primeros años de vida. Sí sacan mejor puntuación en los tests de inteligencia, pero solo durante los primeros años de vida. La escuela, al parecer, nos equipara.

Segunda. "Mucha gente piensa que los hijos únicos son solitarios y que tienen problemas para hacer amigos. Un estudio examinó las relaciones sociales de preescolares divididos en grupos de hijos únicos, primogénitos con un solo hermano, o hijos nacidos en segunda posición con un solo hermano. Los resultados evidencian que los preescolares que son hijos únicos tienen el mismo número de amigos y de la misma calidad que los niños de otros grupos", apunta la psicóloga.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Una publicación compartida de WeBareBears 🔵 @webarebears.officiial el

Tercera. Las habilidades sociales tampoco tienen tanto que ver. "Los hijos únicos no tienen que competir con nadie por la atención, el amor, y los recursos materiales de sus padres. Siempre hemos asumido que este hecho conlleva consecuencias negativas para estos niños porque les hace ser caprichosos y egoístas, pero podría ser que la falta de competencia por los recursos parentales sea una ventaja para ellos", reflexiona Ana. Y tiene mucho sentido: la tranquilidad que te da saber que todo está ahí cuando lo necesitas, tal vez te da una capacidad para desprenderte de lo material.

Son reflexiones profundas e interesantes que nos hacen apreciar mejor las condiciones en las que crecemos, aprovechar los beneficios de uno u otro contexto y ser capaces de conocer nuestras limitaciones. Solo así seremos capaces de convertirnos en la mejor versión de nosotrxs mismxs y dejar de echar la culpa de todos lo que nos pasa a circunstancias del entorno que no podemos cambiar.