Es una escena cotidiana. Una pareja joven, en casa y decidiendo qué película ver. Él empieza a calentar el ambiente con besos y caricias pero ella no parece estar en la misma longitud de onda. "No me apetece", dice la chica. "¿Qué pasa, ya no me quieres", le contesta él antes de seguir a lo suyo, penetrándola, a pesar de su negativa, hasta correrse sin importarle su pasividad. Aunque guarda un sobrecogedor parecido con la realidad, la escena pertenece a un cortometraje francés que pretende concienciar y abrir el debate sobre la violación en la pareja.
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A los que se apresuran a decir que eso no es una violación, que la chica tenía que haber sido más firme, la guionista y protagonista del corto, Chloé Fontaine, les respondería: "Pero si le ha dicho que no tres veces, ¿qué más tiene que hacer? ¿pegarle, escupirle en la cara, irse corriendo? no deja de ser su pareja", nos cuenta indignada por teléfono. Esta actriz parisina de 25 años estaba notando que entre sus amigas cada vez escuchaba más comentarios como: "No me apetecía nada hacerlo, pero sabía que era la única manera de quitármelo de encima. Esto no es una violación, ¿no?". Ella cree que, desde el mismo momento en el que te haces esta pregunta, significa que hay un problema.
Así que escribió el guión y le pidió al realizador Victor Habchy que la ayudara a dirigirlo. Se publicó a finales de enero con el título Soy ordinaria, refiriéndose a lo habitual que puede llegar a ser esta situación, tanto que muchos ni son conscientes y muchas ni se atreven a darle importancia. Entre los comentarios en internet hay reacciones de todo tipo: personas que lo consideran una exageración, otras que lo califican claramente de violación y otras que se sienten identificadas con resignación. "A mí la reacción que más me ha sorprendido es la de chicos que dicen: 'es verdad que a veces podemos ser muy insistentes con el sexo, de ahora en adelante prestaré mucha más atención a mi pareja'", nos explica Chloé que ya se imaginaba que habría opiniones muy dispares.
Su objetivo no era otro que concienciar, que se hablara del tema, que la gente expusiera sus dudas. La violencia machista es algo que está tan asimilado por la sociedad, que muchas agresiones sexuales son silenciadas dentro de la cotidianidad. En Francia la violación en pareja es reconocida por la ley desde 1990, pero en España el Código Penal no la recoge como tal y solo figura dentro de la Ley contra la Violencia de Género como un atentado contra la integridad sexual. La Organización Mundial de la Salud aseguraba en 2015 que un 25% de las mujeres había sido violada por su novio o marido.

El cortometraje de Chloé Fontaine incita al silencio. A ese tipo de silencio que se establece cuando se toca un tema tabú en el que hay muchos sentimientos de por medio. "Para mí era muy importante reflejar la parte afectiva", cuenta la creadora, refiriéndose a que no deja de ser tu pareja la que acaba priorizando sus instintos por encima de tus deseos. Los personajes de su historia se plantean ver la película Irreversible, que no está elegida al azar.
Esta cinta de 2002 dirigida por Gaspard Noé fue en su día, y sigue siendo, polémica por mostrar sin cortes una cruenta violación en un callejón en la que la víctima es interpretada por Monica Bellucci. "Lo que pasa en Irreversible es igual de horrible que lo que pasa ante tus ojos en el cortometraje, solo que uno de ellos nos choca más que el otro y eso no es normal", explica Chloé. "En este caso la violencia es menos física y más psicológica pero igual de dolorosa".