“Alex, 22 años. Da propina al taxista. Te envía sopa cuando estás enfermo. Microinfluencer 11.5k seguidores. Le gusta la cheesecake”. Acompañando la descripción, una foto de cara y tres de cuerpo, enseñándotelo desde todas las perspectivas. ¿Precio? 99,99 dólares. Pero oye, sale a cuenta: un 73% de los usuarios le pone 5 estrellas. ¿A qué esperas para comprar a tu media naranja y que te la envíen a la puerta de casa? Es posible gracias al nuevo portal de ligue: Amazon Dating, una performance de una artista que ha querido poner negro sobre blanco el absurdo funcionamiento de Tinder.
“Quería que me enviaran al correo mi novia, ya que así es como lo recibo todo: comida, ropa… Todo en la puerta de casa”, explica Ani Acopian, la artista que creó la página web, en una entrevista para la radio americana NPR. Por supuesto, es una parodia. Es una denuncia de cómo estamos una entrevista cada vez más nuestras relaciones, tanto, que no es descabellado pensar que llegaremos a extremos tan frívolos del dating en que ni tendremos que hacer match, bastará con añadir la persona al carrito de compra y pedir que te la manden a casa.
Olvídate de Tinder, Bumble, Grindr o lo que sea que uses para aliviar esa profunda ansiedad que te da estar solo. Ahí solo hay personas reales, con sus imperfecciones, que luego te acaban decepcionando. ¿Por qué no comprar a las personas mirando en todo el catálogo y escogiéndolas en base a sus reviews y a una detallada descripción? Así seguro que encuentras el match perfecto.
Al final, como explicábamos en un artículo anterior, las apps no quieren que encuentres el amor, quieren que estés solterx. Por eso te exponen las personas como si fueran productos de mercado. Así, acosadxs por el FOMO fear of missing out – miedo a perderse algo, no dejamos de buscar, buscar y buscar posibles matches en el mercado de la carne de las apps, sin cerrarnos a nada… porque eso no interesa a las empresas.
Por eso, Acopian ha hecho una copia perfecta de Amazon. Para denunciar que cada vez interactuamos más entre nosotros como productos, buscando “la compra romántica perfecta”. Pero en un simple vistazo ya se nota que es un fake: personas con precios rebajados, la etiqueta de “best-seller” y de “no queda stock”, el mensaje de “escoge tu talla” y una lista de alturas disponibles para hacerlo a tu gusto y reviews de compradores que puntúan la persona, brevemente descrita con sus fortalezas: “es tan majo que tu madre seguirá preguntándote por él aunque rompáis”, asegura la descripción de Matan, de 37 años.
El perfil de cada uno de los “productos”, además, te permite escoger en qué lenguaje del amor quieres que te hable. ¿Eres más de contacto físico? ¿De lenguaje afirmativo? ¿De romanticismo cursi? Es muy útil para combatir una de las mayores frustraciones de Tinder: encontrar a alguien que te pone muchísimo pero que ambos tenéis formas de comunicaros románticamente súper diferentes. Así no tendrás que dejar caer a alguien sexy porque vuestras incompatibilidades os harían tóxicos, uno de los grandes problemas de estas apps, porque acabamos aferrándonos al “ya cambiará”.
Una página distópica que, como hemos asumido tanto que las relaciones y personas son productos amorosos, no parece una idea tan poco apetecible como debería parecernos. ¿O no? Seguramente hasta alguno de los puntos de esta web te gustaría ver en realidad, por desgracia.