The Tripletz: 'Nuestro trabajo no es ser el saco de boxeo de la peña que está resentida'

Los influencers, youtubers y DJ Sergi Pedrero y Lucas Lorén acaban de sacar su primer single que, como todo lo que hacen, lucha por los derechos LGTBI y la diversidad

A los 17 años Sergi Pedrero tenía novia, quería ser ingeniero, casarse, tener hijos, ganar sus 3.000 euros al mes y comprarse una casa en la playa. A los 31 años Sergi es instagramer, youtuber, DJ y “maricón” —como se describe a sí mismo— y se pasa la vida viajando, haciéndose fotos, pinchando en discotecas o festivales y dando entrevistas como esta. Junto a su inseparable compañero y amigo Sergi Pedrero forman Sergi Pedrero, un dúo artístico que suena a trío por una larga historia que me contarán después, y que pretenden inspirar a salir del armario a todo el mundo, no solo a la comunidad LGTBI. Y demostrar que romper moldes y ser auténticos vale y mucho la pena.

Los chicos llegan a la redacción de Código Nuevo un poco tarde y su representante está impaciente. “Perdón, perdón, es que tenemos un lío monumental”, se excusa Sergi después de bajar del taxi. Están preparando la grabación del videoclip de su nuevo single You better fucking dance y es un currazo coordinarlo todo aunque están ilusionadísimos porque van a cumplir uno de sus sueños de adolescencia.

Influencers, los nuevos famosos

Ahora dirás: ¿pero no habíamos quedado en que su adolescencia había estado coartada por la heteronormatividad? Bueno, eso Sergi, y aun así tenía algún indicio, pero Lucas, de 28 años, también conocido como ‘La Lucre’, confiesa que “siempre había querido ser famosa”. Y lo es, ambos forman parte de la primera línea de influencers en España, estos que desde las redes sociales han venido a sustituir a los famosos de antes, entre los que destaca la blogger de moda Aída Domenech, conocidísima entre los jóvenes como Dulceida y todo su grupo de amigos.

“De alguna manera nos sentimos responsables del éxito de Dulceida porque trabajamos con ella desde sus inicios”, cuenta Sergi que fue su representante durante varios años después de dejar el trabajo en la agencia de comunicación en la que estaba. Lucas, por su parte, le editaba los vídeos del canal de Youtube con ese toque tan característico que, con el tiempo, han adoptado muchos otros influencers después.

En paralelo montaron The Tripletz en 2014 junto con otro colega, Nacho Duyos, sin demasiadas pretensiones. "Vivíamos en ciudades diferentes y pensamos que, si los promotores nos pagaban viaje y hotel para pinchar en alguna fiesta, nos podríamos reunir los tres y salir de fiesta", cuenta Lucas que ya había sido DJ mientras estudiaba. También crearon un canal de Youtube con el mismo nombre y empezaron haciendo algunos vídeos de coña y otros más serios, especialmente en los que hablaban de su orientación sexual y de lo que les había costado asumirla y salir del armario. Ahí vieron que sus seguidores no solo les escuchaban sino que eso les servía para mirarse a dentro y entender su propia sexualidad. 

Con estas premisas el proyecto empezó a crecer en todas las direcciones. Cada vez les contrataban para pinchar en sitios más grandes —Ultra de Miami, Barcelona Beach Festival o Arenal Sound— y las visualizaciones de su canal no paraban de subir, así que llegó un momento en el que ya no lo pudieron compaginar con sus respectivos trabajos y, mientras Sergi y Lucas decidieron tirarse a la piscina, Nacho se dio cuenta de que prefería seguir otro camino. Así que se quedaron dos con nombre de tres y llenaron simbólicamente su hueco con Andresín, un peluche de la infancia de Lucas que hizo un cameo en un vídeo y gustó tanto que ha ido tomando protagonismo. "Representa ese punto naif de la infancia que todos tenemos, dentro de lo fuertes que podamos ser o parecer", aclara Sergi.

También llegó el momento en el que tuvieron que separarse profesionalmente de Dulceida. "Lucas tuvo que dejar de hacerle los vídeos porque tenía su trabajo en la agencia y con The Tripletz y yo me di cuenta que mi pata delante de la cámara me hacía más ilusión que la de detrás de la cámara que era ser representante de Dulceida y estar en su sombra", cuenta Sergi pero asegura que se siguen apoyando en todo lo que hacen y a nivel personal son una piña: "yo la considero mi mejor amiga y nos adoramos mutuamente los tres". Una relación que se puede ver en las redes y vídeos de cada uno de ellos. Un día aparece Sergi en un vídeo de Dulceida llevándola en coche al médico y otro día él publica un stories cenando tortilla de patatas en la casa que ella comparte con su mujer Alba Paul que, desde que comenzaron la relación también se ha convertido en influencer.

Activismo por la diversidad

Aunque son colegas y todos siguen la misma línea en sus redes sociales de salir guapísimos en fotos hechas por profesionales en playas paradisíacas, durmiendo en hoteles de ensueño, con marcas de lujo que probablemente poca gente de su edad se pueda permitir, The Tripletz se han desmarcado de la simple moda y lifestyle hacia el activismo LGTBI. "Nuestro canal se convirtió en un arma social un poco por casualidad", cuenta Lucas sobre la creación de una de las secciones de más éxito de su canal que se llama Charla de queridas, entrevistas de alrededor de media hora en las que los chicos se sientan en un sofá y le hacen preguntas a un invitado.

Dicho así suena a lo de siempre, la diferencia son los temas que tratan. "Buscamos minorías y realidades incomprendidas por la sociedad", define tajante Sergi y además hablan los protagonistas de las mismas: "nosotros aprendemos en directo con esa persona y hacemos que los demás aprendan con nosotros". Algunos temas de los que han hablado son la transexualidad, el BDSM, la pornografía, los abusos sexuales, la anorexia o las drogas. De hecho creen tanto en su formato que aprovechan la entrevista para lanzarle a Netflix el reto de darles recursos para que puedan hacerlo a gran escala.

Porque, aunque la vida de Sergi Pedrero y Lucas Lorén pueda parecer un sueño para muchos, y de hecho es ya un sueño cumplido para ellos mismos, cuando les preguntas por el futuro, les brillan los ojos mirando al infinito e imaginándose internacionalizando su proyecto. "Queremos pintar la industria de rosa. Queremos ser los primeros DJ maricones del mainstage del Tomorrowland", dice Lucas y Sergi completa reivindicativo: "Pero maricones, maricones, no que soy gay y lo digo... sino unas mariconas con sus lentejuelas y sus plumas". Porque desafortunadamente esto todavía no existe en la primera línea del circuito DJ copado por hombres a excepción de las hermanas Nervo, a las que los chicos admiran y adoran. 

El 'hate' que reina en internet

Ambición no les falta y la fama tampoco les asusta, ni siquiera la parte negativa que llega con ser famoso que es ese odio incontrolable que la gente vierte en las redes sin control y en cuya diana suelen estar influencers como ellos. Aunque tampoco les hace mucha gracia, especialmente a Sergi: "La gente me dice: 'Eres un personaje público, tienes que aguantarlo'. ¿Disculpa? Oye yo estoy haciendo un contenido para que la gente lo consuma de forma gratuita e invierto mi tiempo en ello e intento ganarme la vida como cualquier hijo de vecino. Mi trabajo no es ser el saco de boxeo de la peña que está resentida", cuenta bastante encendido y Lucas, aunque está de acuerdo, matiza que son conscientes de que la libertad de expresión está por encima de todo y que es "el juego de internet", pero te recuerdan también que al otro lado de tu comentario y detrás del personaje público hay una persona. 

Sin embargo, entienden perfectamente la responsabilidad que conlleva la influencia que tienen en tantos jóvenes y por eso han decidido utilizarla de la mejor manera que pueden a través de todas las vías de difusión que tienen a su alcance. También lo han hecho por escrito a finales de 2017 a través de un libro que se titula Desnudos de prejuicios en el que, efectivamente, se desnudan por dentro y por fuera. "En la firma de libros de la feria de Madrid hubo una chiquita super pequeña que nos decía: 'Tengo a mi madre ahí atrás que no sabe que soy bisexual' y lo estaba cogiendo como diciendo esta es mi llave para abrir la comunicación", recuerda Lucas. De esta manera quieren ser los referentes que ellos no tuvieron cuando eran adolescentes para que no tuvieran que vivir una mentira como Sergi antes de salir del armario.

"Yo lo hacía por la heteronormatividad. Me obligaba a mí mismo a esconder esa faceta artística y esas pulsiones mariconas de querer bailar, para intentar llevar una vida heteronormativa que es lo que se suponía que tenía que hacer", cuenta indignado y describe su liberación como un punto de inflexión muy trascendente en su vida: "sentí que rompía con tantas movidas internas mías, con tanta falsedad y tanto intentar gustar a los demás y quedar bien, que dices: 'a tomar por culo, ya he dicho que soy maricón y me estoy aceptando a mí mismo, ahora voy a hacer lo que me salga de las narices'", y esta es la base de lo que The Tripletz han construido inspirando a la gente a salir de cualquier armario en el que se encuentren y a convertirse en la mejor versión de si mismos.